Los músicos solidarios que "dan la vida" a los pacientes oncológicos del Virgen de las Nieves

Arte Solidario es una iniciativa impulsada por la asociación 'Relevos x la Vida' que trata de mejorar la calidad de vida de los enfermos con cáncer

Músicos Solidarios Oncología
Alicia, Matías y Nicolás recorren cada semana los pasillos de la planta de oncología para acompañar, a través de la música, a los pacientes durante su tratamiento de quimio | Foto y Vídeo: Marcos Gómez
Elena Parra
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Imaginarse la sala de quimioterapia de un hospital no es algo fácil. Mucho menos lo es para las personas que, diariamente, acuden a ella con la esperanza de erradicar su enfermedad. Al principio, puede parecer un lugar hostil, plagado de miedos abruptos que recorren el cuerpo en cuestión de segundos, pero también es un sitio lleno de manos que sostienen, palabras que reconfortan y miradas que señalan que hay luz al final del túnel. En la primera planta del Hospital de Día del Virgen de las Nieves, se encuentra la Sala de Tratamientos Oncológicos, donde, una vez a la semana, ocurre algo muy especial.

El sonido de un saxofón se cuela por la puerta de entrada a la sala. Es Nico, el saxofonista de 'Arte solidario', una iniciativa que nació hace tres años para "hacer más livianas las batallas" de los pacientes de Oncología de este hospital granadino. Dentro se escucha la voz de Alicia, al son de 'Color Esperanza', hace sonreír a quienes se encuentran recibiendo algún tratamiento. El toque guitarrista lo pone Matías, el tercer integrante de este grupo solidario, que aprovecha para sacar a bailar a Cristina, una de las pacientes que ha tocado la campana tras haber terminado con la quimio. Entre palmas, sonrisas y bailes este grupo de músicos hacen que las emociones afloren de la piel. Las enfermeras aplauden, incluso a alguna se le cae una lágrima. Es inevitable. Mientras, algunos pacientes, incrédulos, graban el momento con sus móviles. Otros sonríen con los ojos, porque con las mascarillas las muecas de alegría poco se dejan ver. Hay quien se levanta del sillón, coge su soporte de medicación y se lanza a bailar. Es otra manera, mucho más emotiva, positiva y esperanzadora, de sobrellevar la situación. 

"Yo fui a mi sesión de quimio de todos los viernes cuando, de repente, llegaron Alicia, Nico y Matías y empezaron a tocar, la verdad es que no entendía nada", cuenta Lucía, una joven que lucha contra el cáncer de mama. Aquella mañana, este grupo de voluntarios de 'Relevos x la vida' revivió en Lucía la emoción de sentir los viernes como lo hacía antes de su enfermedad. "Siempre había adorado los viernes, era mi día favorito de la semana. Pero desde que empecé con el tratamiento, los odio, porque sabes que es día de hospital, en el que te vas a sentir mal y en el que te sientes más cansada", comenta la joven. Alicia, Matías y Nicolás recorren cada semana los pasillos de la planta de oncología para acompañar, a través de la música, en este momento agridulce a los pacientes. "Es inevitable no levantarse del sillón, apartar todos esos pensamientos intrusivos que tienes en la cabeza y ponerte a bailar y cantar con ellos", dice Lucía. "Sentí de nuevo, después de tantísimo tiempo, que el viernes era un día de celebración. Me sentí bien, me sentí yo misma, me sentí plena, como antes". 

"Hoy toco la campana por mi hija y por mí"

Algo similar ha vivido Cristina. La almeriense venía semanalmente a Granada para curar su cáncer. El pasado miércoles logró tocar la campana tras terminar su tratamiento de quimioterapia en el Virgen de las Nieves. Lo hizo por ella y por su hija Desirée, que falleció hace cuatro años a consecuencia de un neuroblastoma. Ha pasado largos días y muchas horas sentada en ese sillón azul, viendo cómo aquel líquido que pasaba por la vía batallaba para matar las células cancerígenas de su mama. Compartió esos momentos con Alicia, Nico y Matías, quienes cantaban y llevaban la alegría a esa zona del hospital que tanto la necesitaba. 

"Ellos me han hecho sentir valorada desde el primer día que entré aquí", relata Cristina. "He sentido su apoyo y su cariño, sobre todo, cuando sales y ves que hay gente dispuesta a hacer más llevadero este momento. Sales con mucha positividad, cargada de optimismo, y sientes que le importas a alguien", dice sonriente. 

Relevos x la Vida, la asociación que reparte esperanza entre los pacientes oncológicos

"Nosotros comenzamos con 'Relevos x la Vida' contra el cáncer juvenil, una asociación que se dedica a mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer, especialmente enfocada en adolescentes y jóvenes adultos. Empezamos como voluntarios, llevando música al hospital, y decidimos crear un movimiento llamado Arte Solidario", explica Alicia Morón, la impulsora de esta nueva propuesta.

Este pequeño grupo de música se desplaza, entre una y dos veces por semana, al Hospital Virgen de las Nieves para acompañar a los pacientes de cáncer en uno de sus momentos de mayor flaqueza, mientras reciben el tratamiento de quimioterapia. "Sientes que hay alguien detrás, un grupo de personas que está pensando en ti y haciendo todo lo posible para que tú, o cualquier otro paciente, sin importar la edad, te sientas lo más reconfortado posible", describe emocionada Cristina.

Para Alicia, su mayor regalo es cuando "los ves y te dicen: 'Mira, he estado llorando antes de entrar, y ahora, de repente, me habéis cambiado el día', o cuando lo cuentan de otra manera, como diciendo: 'Ya no llego a casa y cuento cómo me ha ido la quimio, sino que hoy puedo decir: ¿Sabes que hubo gente cantando, alguien bailando?'. Esa es la satisfacción de ese rato de felicidad".

Una iniciativa que según Carmen Contreras, supervisora de oncología en el Hospital Virgen de las Nieves, es "fundamental" para motivar a los pacientes a "venir con ganas e ilusión" a recibir un tratamiento que "puede ser algo tedioso". "No hay más que ver sus caras, cómo cambia su expresión. La música, los avances y los beneficios terapéuticos que tiene, especialmente la musicoterapia, son evidentes. Para nuestros pacientes, estos beneficios son aún mayores. Es un día de alegría y gozo para ellos, y les produce mucha ilusión", comenta la enfermera.

Este grupo de voluntarios hacen que estos momentos de la enfermedad pasen a un segundo plano. Así lo ve también Lucía: "Ellos no sólo tocan música, nos tocan el corazoncito a cada uno de los pacientes que estamos aquí, nos dan vida. Ese día, la medicación que sentía que me estaba sanando era cada nota que estaban tocando", cuenta emocionada. Sonrisas y emociones a flor de piel en una sala llena de máquinas, medicación y personal sanitario que entra y sale. 


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