Naranjas en las gasolineras
Eran entrañables, de verdad. Me refiero aquellos empleados de las gasolineras que nada más aparcar te preguntaban: «¿Cuánto le pongo, caballero?» Tú le decías que te lo llenara y que, por favor, mirara la presión de las ruedas que creías que estaban un poco flojas. El gasolinero, con mono azul y un trapo de hilachos en el bolsillo, no sólo podía mirarte la presión de los neumáticos, sino que te aseaba el parabrisas y si se lo pedías, te miraba el agua del radiador y el aceite. Sacaba el trapo de hilachos y después de limpiar la varilla te decía: «Está un poco falto. Si quiere le echamos un poquito». Pero es que además el gasolinero te informaba de cuánto faltaba para Granada, de la carretera que tenías que coger y dónde ponían los mejores menús.
-Tire usted todo recto y se encuentra con la estación de Villargordo. Allí ponen unos chorizos que están de muerte.
Eran nuestros ángeles de la guarda, nuestros informantes más precisos y no nos hacía faltan guías michelines ni ‘gepeeses’ de los cojones.
Ahora todo es diferente. El otro día paré en una gasolinera y al ir a pagar… ¿qué creen ustedes que me ofreció el único chico que había en el establecimiento? Naranjas. Me ofreció un saco de naranjas del Valle de Lecrín a dos euros y medio. Me dijo que estaban muy buenas y muy dulces. No quise ser grosero con él porque al pobre le exigen que ofrezca la mercancía a todos los clientes, pero a punto estuve de soltarle que le dijera a su encargado que se metiera las naranjas por ese sitio por donde no le caben. Educadamente le contesté:
-No gracias, no quiero naranjas. Cuando vaya a comprarlas iré al frutero de mi esquina.
Y es que esto ha cambiado mucho. Las multinacionales del ramo no sólo nos han convertido a todos en gasolineros y se han ahorrado una pasta gansa con los sueldos, sino que han transformado estos establecimiento en supermercados. Antes te podías encontrar latas de aceite para el coche, bujías, anticongelantes y cintas del Fary, como mucho. Pero ahora lo que hay son melones, naranjas, sandwich y hasta condones para una urgencia. Han modificado el negocio y convertido a las gasolineras en lo que no son. Y mientras tanto eres tú el que tienes que llenarte el depósito, que como no estás ducho en la materia, casi siempre rebosa y cae medio litro en el suelo. Ni qué decir si tienes que repostar de noche. Antes te podías encontrar a un empleado dispuesto a echar un ratito de cháchara y humanizar el trayecto, pero ahora te los encuentras metidos detrás de una mampara de cristal antiatracos y que te miran con cara de sospechoso. Y si esto sigue así, dentro de poco en las gasolineras no habrá nadie. Habrá un letrero que dirá eso de ‘sírvase usted mismo’ después de pasar su tarjeta de crédito por una ranura. Los gasolineros entonces se habrán reconvertido definitivamente en fruteros.
Comentarios
4 comentarios en “Naranjas en las gasolineras”
ELADIO
3 de marzo de 2016 at 14:37
Realmente es triste que después de que cada día pagamos la gasolina más cara , encima te la tienes que servir tú. ... Y no hablemos del olorcito que se te queda después. Te gasta una pasta en un buen perfume y vas oliendo siempre a gasolina. ¡¡¡¡ Penoso !!!!
Antonio Andres
3 de marzo de 2016 at 16:35
Todo esto es verdad y soy y fuy gasoliner estoy prejubilado pero miro a mis compañeros que siguen trabajando y me dan pena de lo que les quedan los dirigentes saben mucho de numeros productivida ratios yo todo esto lo vivi pero al reves mis ultimos años fueron los mas felices pero cada vez peor los que saben tanto de numeros. Que se pesonen un mes como empleados de base al igual que los ejecutivos y miraran con otras perpestiva y todo sera mas humano y todos seran mas felices ellos y su familia no canso mas mi opinion de 41 años cotizados
gasolinero
3 de marzo de 2016 at 17:18
El mundo gira y evoluciona,he pasado x todas las epocas y como todos los negocios han cambiado pero en lo unico q estoy totalmente de acuerdo con el articulo es en el autoservicio
JBelon
4 de marzo de 2016 at 16:53
Va bene !! Tanta sorpresa pie esa reconversion? No nos hemos con ertido todos en oficiales de Hacienda y recaudadores experidos de billetivos o tickets a descontar de la declsracion trimestral y anual ? Mos han enseñado a ir envontra de nodotrisusmos, ahorramdo empleados y errores, a acrecentar lad srcas bancarias de nuestros" pstronos", se llamen zcorte ingkes. Amancio ortega, Repsol , Amazon... Comoras como un numero, pagas pir numetos, y no te ocurracreclamar... te vontesta una maquina parlante a piñon fijo.,nomjumana: si desea.. anote o diga1... y te kedas con las fanas de plantarle cara al culpanke de tu ruina... Pero esto cambiara cuando la generacion del progresismo tome kas riendas y boñvamos a kas cavernas y las velas.