Necesitamos una gran melodía ante esta pandemia, aunque no tengamos todos los instrumentos

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Para los líderes lo primero son las personas, según Joan Carles March | Foto: Remitida
GranadaDigital
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Decía Herbert Von Karajan que "el arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta".

Y yo diría que, en esta pandemia, aunque no esté el director de la orquesta, aunque esté fuera o no esté presente, o no tenga la visón que nos gustaría que hubiera, el equipo debería poder suplir esa ausencia con su esfuerzo, con su compromiso, con su hacer día a día. Es imprescindible.

Ante ello es importante aprender a reflexionar para aprender a liderar...

Liderar es dar desde la humildad.

Liderar es delegar desde la generosidad.

Liderar es rodearse de personas más brillantes que uno mismo.

Liderar es desarrollar las fortalezas, para desde el crecimiento, desarrollar las debilidades.

Liderar es aprender de las críticas.

Liderar es acompañar en el viaje de la suma que multiplica.

Liderar es atraer y retener el talento.

Liderar es reconocer y agradecer.

Liderar es trabajar desde la honestidad y con coherencia.

Liderar es mucho más, porque quienes hacen de líderes son responsables de prever, dar forma y salvaguardar el futuro, creando en el presente, claridad en medio de la incertidumbre y no caer nunca en la mediocridad y la chapuza.

Y es que para los líderes lo primero son las personas.

Liderar es gestionar las operaciones de forma creativa (sobre todo cuando los recursos son escasos).

Liderar es potenciar el trabajo en equipo y la comunicación (se deben crear equipos multidisciplinares y para ello la comunicación es esencial).

Liderar es crear alianzas.

Liderar es ser proactivo, para anticipar los próximos pasos y prepararse ante la posible evolución, tanto la más optimista como la peor.

Liderar es dejar claro quién va a tomar las decisiones durante la crisis. La gobernanza es esencial y hay que informar a los equipos para que lo tengan claro y hacerlo con empatía.

Liderar es actuar rápido. Esta rapidez se asocia a la agilidad y a la reacción ante los cambios o las noticias.

Liderar es comunicar. La comunicación debe ser frecuente, clara y por múltiples medios. Comunicar no es sólo transmitir información y conocimiento, también es necesario que sirva para inspirar una visión compartida y para generar confianza. Y teniendo claro que el silencio del líder genera miedo…

Liderar es ser un optimista realista.

Liderar es servir y no servirse. Los jefes en las organizaciones son un instrumento de coordinación.

Liderar implica la autenticidad, y eso implica construir propuestas singulares, saber sacar partido del aprender y del desaprender, desde el optimismo.

Liderar es ser creativo, que es lo que nos abre la puerta de la innovación, un camino largo y sinuoso. Y para ello, las organizaciones necesitan prepararse colectivamente para la innovación, más que cultivar islas de creatividad. La diversidad ayuda a la creatividad y la innovación, sabiendo que la creatividad es solamente una parte de la innovación. La innovación es una suma de creatividad y disciplina. La creatividad tiene valor cuando se siembra en equipos que saben de disciplina y autoexigencia, si no, cómo dice Xavier Marcet, la creatividad es espumosa, perfuma, pero no transforma.

Liderar es unir propósito y agilidad, trayectoria y cultura. Jugar al riesgo es crear narrativas. Detrás del riesgo hay poca poesía y mucho esfuerzo.

Liderar es crear nuevos escenarios o espacios de futuro para la gente de la organización. Liderar es crear el futuro y ese futuro no podemos esperar a que ocurra, tenemos que construirlo desde el presente y traducirlo en imágenes claras para los demás. Liderar es crear visiones poderosas del futuro para fijarlas en el imaginario colectivo.

Liderar implica declarar una visión y una misión. Liderar es congregar a una comunidad de personas en el tiempo en torno a una visión y una misión, que debe realizarse en un lenguaje claro, conciso, memorable y motivador, resultado de nuestro sueño en acción. Liderar es crear un eslogan en torno a una visión poderosa. Liderar es tener la visión concretada en una o dos frases. Liderar es conseguir la misión que necesita de una estrategia que se concrete en una hoja de ruta.

Liderar se sustenta en sólidos principios y valores (igualdad, solidaridad, libertad…), que definirán la calidad como persona de quien sea el líder, basado en un plan de desarrollo humano. Liderar es tener claro que los objetivos son la meta, los logros tangibles que se van a alcanzar, y que nos ayudan a asignar medios y recursos.

Liderar es planificar, es crear un camino desde el presente al futuro, teniendo el cuenta que la aceleración de los cambios nos obliga a una replanificación diaria.

Liderar es generar las actuaciones como conjunto de actividades que hemos de planear para alcanzar los objetivos, es decir, qué cosas vamos a hacer para que los objetivos se cumplan.

La fortaleza de muchas organizaciones está en su sistema de liderazgo, basado más en la generosidad que en la prepotencia, en hacer fuerte una comunidad realzada por sus complementariedades más que en líderes supremos e incontestados.

Liderar es crear un liderazgo humilde, con la transparencia de los mensajes y las decisiones, que deben ser claras, oportunas y sin ocultar nada, y en la humildad a la hora de trabajar en equipo.