Neurólogos aclaran que sólo el 5% de pacientes con trombosis de senos venosos cerebrales desarrolla secuelas severas
"El pronóstico de esta enfermedad es mucho más favorable que en otro tipo de enfermedades cerebrovasculares", explican en un comunicado
La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha aclarado que la la recuperación tras una trombosis de senos venosos cerebrales es completa en aproximadamente un 80 por ciento de los pacientes y solo un 5 por ciento desarrolla algún tipo de secuela severa en España.
"Por lo tanto, el pronóstico de esta enfermedad es mucho más favorable que en otro tipo de enfermedades cerebrovasculares", explican en un comunicado con motivo de la paralización, tanto en España como en otros países europeos, de la vacunación con las dosis de AstraZeneca por una serie de casos supuestamente vinculados.
Se llama trombosis a cualquier situación en la que el paciente presenta un trombo o un coagulo sanguíneo que impide o dificulta la circulación sanguínea. Y en el caso de la trombosis de senos venosos cerebrales, se denomina así porque este trombo se localiza en el sistema venoso del cerebro.
La trombosis de senos venosos cerebrales es una enfermedad cerebrovascular poco frecuente (representa menos de un 0,5% de los casos totales de las enfermedades cerebrovasculares que se producen en España). Se considera que su incidencia es en torno a 1-1,3 casos/100. 000 habitantes al año.
Puede afectar a cualquier grupo de edad, aunque es ligeramente más frecuente en mujeres y pacientes jóvenes. Dentro de los factores de riesgo específicos por sexo están los anticonceptivos orales, el embarazo y el uso de las terapias hormonales. El diagnóstico se realiza mediante pruebas de neuroimagen (TAC y Resonancia Magnética).
"El síntoma más frecuente de la trombosis de senos venosos cerebrales es la cefalea, un síntoma que está presente en nueve de cada diez personas que padecen trombosis de senos venosos cerebrales. Pero además, en la gran mayoría de los pacientes, este dolor de cabeza va a acompañado de otros síntomas similares a los de un ictus (como déficits focales, pérdida de fuerza o sensibilidad mantenida, alteración de la marcha o alteración del lenguaje o habla, episodios confusionales, pérdida de visión...) que ayuda a diferenciar esta cefalea de un dolor de cabeza convencional. También puede ir acompañado de otros síntomas como vómitos, crisis epilépticas, o rigidez cervical", explica el presidente de la SEN, José Miguel Láinez.
En todo caso, el dolor de cabeza que genera una trombosis de senos venosos cerebrales es muy característico: puede tener un inicio súbito, puede localizarse solo a un lado de la cabeza, empeora cuando el paciente esta recostado o realiza ejercicio, interrumpe el descanso nocturno y, además de no responder a los tratamientos habituales para el dolor de cabeza, empeora de forma progresiva.
A igual que ocurre con todas las enfermedades cerebrovasculares, se trata de una emergencia neurológica, por lo que cuanto antes se trate al paciente, menores serán sus consecuencias. El tratamiento de elección suelen ser los fármacos antitrombóticos, aunque en casos más graves, la trombectomía endovascular y la trombólisis también son opciones que pueden resultar de mucha utilidad para eliminar el trombo.
"Generalmente y, sobre todo si se trata a tiempo, los pacientes que padecen trombosis de senos venosos cerebrales tienen un pronóstico favorable. Solo en los casos graves en los que se demore el tratamiento, puede generar discapacidad o tener un desenlace fatal. Además, en los últimos años, gracias también en parte a que la mayoría de los casos de trombosis de senos venosos cerebrales llegan a los hospitales a través del Código Ictus, la rapidez en la atención de estos pacientes es cada vez más rápida y el pronóstico de esta enfermedad cada vez es más favorable", destaca el doctor Láinez.
Los enfermeros aseguran que la vacuna de AstraZeneca es "segura" y piden "prudencia"
La suspensión temporal de la administración de la vacuna de AstraZeneca en numerosos países de Europa, entre los que se encuentra España, ha propinado un duro golpe a la mayor campaña de la historia. Unos posibles efectos graves secundarios originados en algunos pacientes que habían recibido la primera dosis han hecho que el Ministerio de Sanidad junto con las comunidades autónomas hayan decidido paralizar dos semanas la administración de esta vacuna. Desde el Consejo General de Enfermería y la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC) piden prudencia a la sociedad y recuerdan que esta vacuna ha pasado todos los controles de la Agencia Europea del Medicamento.
“La llegada de la vacuna de AstraZeneca fue una gran alegría para luchar contra esta crisis sanitaria que dura ya más de un año. Nuevas dosis que nos acercaban todavía más al objetivo de vacunación fijado por el Ejecutivo. Ahora, este parón supone un jarro de agua fría. Aun así, pedimos cautela porque decisiones así se suelen producir cuando se ponen en marcha medicamentos o vacunas”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, que insta a la sociedad y a los gobiernos de toda Europa a esperar el resultado de los estudios que se están haciendo con respecto a los efectos adversos surgidos en algunas personas.
Desde que comenzó la vacunación con AstraZeneca en España se han administrado un total de 939.534 dosis a menores de 55 años, que, en estos momentos, esperan la segunda dosis para completar la pauta fijada para la inmunización.
“Lo primero, queremos mandar un mensaje de calma. Es importante que se sepa que el número de incidentes de este tipo son de uno por millón de dosis administradas. Además, actualmente, tampoco se tiene la seguridad de que estén relacionados con la vacuna. Esta paralización demuestra que los sistemas de farmacovigilancia funcionan muy bien y al detectarse estas reacciones se han empezado a estudiar a fondo”, asegura José Antonio Forcada, presidente de ANENVAC.
Asimismo, critica, una vez más, la falta de coordinación en un momento como este. “Lo realmente problemático es que no ha habido unión entre los países europeos porque la tanto la OMS como la EMA decían que se continuase y algunos comenzaron a cancelarlo por su cuenta y riesgo. La presión por parte de los políticos y el miedo a que se vaya el tema de las manos han sido el detonante. Ojalá pronto se pueda reanudar la vacunación y se demuestre que no hay una causalidad entre los eventos adversos y las vacunas”, subraya.
Este parón, además de retrasar la campaña, trae consigo también una infundada mala publicidad entre la sociedad. De hecho, son muchas voces las que se han alzado negándose a inocularse esta vacuna. “En un momento como el actual, en el que todo gira en torno al COVID-19 es normal que surjan voces discordantes, pero debemos tener claro que las autoridades sanitarias jamás aprobarían algo que pudiese ser perjudicial para la salud de la mayor parte de la población. Además, es importante que valoremos también los riesgos y los beneficios de los tratamientos y, en este caso, se ha demostrado que los beneficios son mucho mayores”, puntualiza Pérez Raya.
De la misma forma se expresa Forcada, que considera que, “en el hipotético caso de que los efectos pudieran tener relación con la vacuna, hay que valorar los beneficios y el riesgo, saber cuántas personas han tenido reacciones y en que grupos se han producido (para no vacunar a estos grupos) y a cuántas estamos salvando”.
A la espera de los resultados, las enfermeras piden vigilar posibles síntomas graves a aquellos que ya tengan la vacuna administrada. Cefalea intensa, visión borrosa, pérdida de fuerza o sensibilidad, alteración de la marcha son síntomas que podrían ser sospechosos de trombosis de senos venosos cerebrales. Además, edema de papila, hemiparesia, alteración oculomotora, dismetría o ataxia, afasia o disartria y bajo nivel de conciencia son signos de alarma.