Neyder Lozano: "Si me llego a lesionar con 30 años quizás me hubiera retirado"
El zaguero colombiano Neyder Lozano lleva lesionado desde el verano de 2019. Tras cuatro operaciones en su tibia y dos años de tratamientos, sigue luchando por regresar al césped
Más de 800 días han pasado desde que Neyder Lozano se vistió de corto por última vez en un partido. 808 días, exactamente. Lo que parecía que iba a ser una lesión de tres meses se ha convertido en un calvario de dos años y dos meses que ha cortado la progresión de un futbolista que soñaba con debutar en Primera División.
Recién llegado del Elche, Neyder fue uno de los hombres más importantes para Diego Martínez durante la pretemporada al sumar casi todos los minutos de aquella pretemporada, sin embargo nunca llegó a debutar en partido oficial. Durante este tiempo ha tenido que afrontar cuatro operaciones en su tibia derecha, que le han obligado a ir retrasando cada vez más su reincorporación. Resiliencia y positivismo han sido las claves del día a día del colombiano.
"Lo ha dicho Unzué hace poco: un día estás en una situación favorable, pero mañana nunca sabes", rescata el defensor de la viral charla que el ex futbolista dio a Osasuna antes de la última jornada de Liga. Una enseñanza de vida que obliga a "disfrutar de cada momento y aprender de todo lo que venga", un particular partido a partido que se ha alargado durante dos años.
Dos años en los que los entrenamientos no se han detenido, día tras día con trabajo físico y de recuperación específico para volver a sentirse futbolista. "No te voy a negar de siento un poco de envidia. Todos los días llego con mis compañeros, pero siempre me voy al gimnasio o a la piscina. Están cerca, pero a la vez un poco lejos", apunta el colombiano, que echa de menos participar de forma activa en los entrenamientos o "los nervios de saber si entro en una convocatoria".
Aun así, se muestra agradecido por el calor que siempre le han brindado desde la entidad rojiblanca. Siempre se ha sentido "muy integrado en el grupo" y ha recibido toda la ayuda posible tanto del anterior staff técnico como del nuevo. El curso pasado incluso viajó con el equipo en los partidos de Europa League, de los que saca experiencias curiosas para un futbolista: "Se sufre incluso más. Llega un momento en el que olvidas que eres jugador y te conviertes en un aficionado más gritando desde la grada".
Él siempre ha devuelto ese cariño que le han dado: "Tener una actitud positiva también aporta a los compañeros, quiero pensar que también les puede ayudar a ver que no todo es tan malo". Una simbiosis que ha ido creciendo y en la que se ha apoyado para seguir con su recuperación. Ver el disfrute de sus compañeros en un año histórico reactivó sus esperanzas de "disfrutar de algunos minutos en Copa del Rey", pero la historia le deparó un nuevo revés.
A final del pasado curso Neyder volvió a tener problemas en su tibia y se le detectó una infección en la zona en la que el hueso debía soldarse. En verano volvió a pasar por el quirófano, la cuarta operación en dos años. Esta última ha sido la intervención más larga de todas por las que ha pasado. "Estuve 12 horas en el quirófano, dieron con una infección que pocas veces se producen en las operaciones y es imposible saber en cual de las anteriores se pudo producir", narra el zaguero, que a pesar de los continuos reveses sigue sin perder la esperanza: "Han pasado tres meses y tiene mucho mejor aspecto, tanto por dentro como por fuera".
La capacidad del colombiano para ver siempre el lado positivo de cualquier adversidad es encomiable. Nadie quiere pasar por este tipo de situaciones, pero aun así agradece que la lesión haya llegado en este momento de su vida: "Por suerte me llegó con 25 años. Si me llega a pillar esta lesión con 30 años quizás me hubiera tenido que retirar por cómo es el fútbol". Él sigue centrado en dar el siguiente paso en su recuperación y con la mente puesta en volver a pisar el césped junto a sus compañeros.
Sin embargo, tener fe en una completa recuperación no está reñido con aceptar la realidad de su situación: "Cuando me recupere no tendré el mismo nivel que antes, pero quiero tener la oportunidad de demostrar que soy un jugador de Primera División. Puedo demostrar que tengo futuro". A sus 27 años, y si esta vez la lesión le respeta de forma definitiva, espera poder disfrutar de "cinco o seis años más de fútbol".
La carrera de Neyder vive una nueva etapa de transición al igual que lo hace el propio Granada con la llegada de Robert Moreno. "Todo cambio tiene un periodo de adaptación y evolución, no está siendo fácil pero el equipo está compitiendo", explica el defensor, que espera tener tiempo para aprender del técnico catalán como en los dos años anteriores lo ha hecho con Diego Martínez.
Siempre pasito a pasito, mirando el siguiente punto en el calendario, que para el zaguero supone la próxima revisión médica. "Ahora mismo voy con calma. Hay que seguir entrenando. Al futuro solo le pido volver a disfrutar del fútbol. Tenía muchas ilusiones y objetivos a corto plazo que se han tenido que retrasar", destaca. Lo esencial es seguir luchando por el sueño de jugar en la élite y Neyder no lo olvida: "Me da igual si tengo que empezar de cero o volver a otras categorías para demostrar que merezco estar en Primera División".