Niegan haber intentado matar a un clan rival en Loja tras un tiroteo entre familias
Ambos grupos mantienen rencillas anteriores y ya el pasado enero una de las personas se sentó en el banquillo de los acusados
Cuatro miembros de una misma familia de Loja han sido juzgados este martes en la Audiencia de Granada acusados de intentar matar al padre y el hijo de un clan rival asestándoles varios tiros de escopeta en plena calle. Los cuatro procesados han negado estos hechos mientras que las víctimas han cambiado su versión inicial y han declarado que "no vieron nada".
En su escrito de acusación provisional, la Fiscalía pidió penas de siete años de prisión para los acusados por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas por una reyerta que supuestamente se produjo en agosto de 2014 en Loja, cerca de los domicilios de las víctimas, a los que se conoce como 'rubios'.
Ambos clanes familiares mantienen rencillas anteriores y ya el pasado enero una de las personas que este martes ha acudido a la Audiencia como víctima se sentó en el banquillo de los acusados por cinco delitos de homicidio en grado de tentativa por un presunto tiroteo anterior contra los hoy procesados.
Esta situación ha llevado a la fiscal del caso a preguntar abiertamente si ambos clanes han llegado a un acuerdo para no inculparse mutuamente, algo que ha negado una de las hoy víctimas, el cabeza de familia. Este ha incidido en que si salió absuelto en el otro juicio es "porque no hizo nada". En aquel momento se le acusó de abrir fuego de manera indiscriminada en una calle de Loja alcanzando a cinco personas.
Según el relato provisional de la Fiscalía para el caso que se ha juzgado este martes, este hombre se encontraba con su esposa en la puerta de su domicilio cuando escuchó expresiones como "rubios sois unos hijos de puta, subir para arriba si tenéis cojones". En ese momento se dirigió al lugar de donde provenían las voces y justo al tomar la curva se encontró con tres de los acusados, cada uno de ellos con una escopeta. Empezaron a disparar a la víctima a unos veinte metros de distancia y le alcanzaron en el ojo, el tórax y en el abdomen, perforándole el ojo el izquierdo.
Dos días después, el hijo de este hombre se dirigía hacia su domicilio cuando el cuarto de los acusados, que se había situado en las inmediaciones con una escopeta, le dirigió varios tiros a corta distancia que le provocaron múltiples lesiones que pusieron en riesgo su vida y por las que tuvo que ser intervenido varias veces.
Las víctimas dijeron en el Juzgado de Instrucción de Loja que habían visto a sus agresores, los cuatro acusados, pero hoy han declarado que no pudieron reconocer a nadie y que aludieron a ellos "por los comentarios de la calle". Uno de los agentes que ha comparecido durante el juicio ha reconocido que esta es una zona donde la gente no colabora con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y aunque los vecinos presencien episodios, a la hora de declarar "allí nadie ha visto nada".