Nieve y spa, la mejor combinación para este puente en Granada

La mezcla de deporte y relajación se presenta como una de las mejores opciones para disfrutar en el puente de unas vacaciones saludables

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Foto: Archivo
Sofia Plaza | @sofiaPlaza
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Libertad, naturaleza, depender de ti mismo, un deporte sin límites, excepto los que tú te pongas… Todas estas sensaciones acompañadas de grandes dosis de diversión es lo que te encuentras al practicar deportes como el esquí y el snowboard. Sobre todo si lo haces en Sierra Nevada, que a pesar de las altas temperaturas que se han registrado hasta bien entrado el mes de noviembre, abrió sus puertas el pasado fin de semana.

Todos los amantes de los deportes de nieve, están deseosos de calzarse los skis o la tabla, aún sabiendo que es una actividad que puede resultar agotadora. En el esquí  todo el cuerpo se esfuerza, cada músculo, cada articulación, por lo que lo que después de una jornada blanca lo que más te pide el cuerpo es relajarte.

¿Imaginas hacerlo en un spa? En Abades es posible disfrutar de unas verdaderas vacaciones de deporte y salud, de nieve y spa. A menos de veinticinco minutos de la estación de esquí se encuentra en un lugar perfecto para relajarse donde el agua es la protagonista: el spa del hotel Abades Nevada Palace.

El recorrido recomendado para cuidar el cuerpo tras una sesión de esquí o snowboard pasa por los cambios de temperatura, frío y calor, jugar con las diferentes presiones del agua de las piscinas, además disfrutando de la relajación que se produce al estar inmerso en el agua caliente. Como último paso Abades propone disfrutar de un masaje, “que dependiendo de lo que necesite el cliente aconsejamos un masaje u otro”, explica Mónica Gómez, profesional del centro.

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Spa del hotel Abades Nevada Palace en Granada

El circuito de este spa es muy completo, dura una hora. Comenzando en una piscina de agua caliente en la que hay unos cañones que masajean el cuello y la espalda con tres intensidades diferentes, relajando la musculatura. En la zona de jacuzzi las burbujas provocan un efecto calmante, “además hay unos ‘chorritos’ inciden directamente en las piernas, que después de esquiar los gemelos se cargan bastante”, comenta Gómez. Igual efecto tienen las camas de hidromasaje en las que al estar tumbado se relaja todo el cuerpo. Toda el agua utilizada en el spa va con pulsador para no desperdiciarla y “mirar por el medio ambiente”.

Tras el calor, se recomienda pasar por el pediluvio que consiste en caminar sobre piedras con chorros de agua fría, que masajean también los gemelos, “el contraste de agua caliente y fría viene muy bien para prevenir futuras contracturas o agujetas. Al caminar descalzo y por las piedras también trabajas todo el cuerpo a través de la planta del pie, lo que se conoce como reflexología”, relata Gómez.

Del pediluvio pasamos a la sauna y al baño turco, caracterizada la primera por ser un calor seco y el segundo por ser un calor más húmedo con esencia de eucalipto que abre los pulmones y los bronquios, además ambos limpian la piel y los poros tras haber sudado realizando deporte. Después, como siempre, hay que alternar con frío, a través de duchas de agua fría o de contraste frío y calor para después tumbarse en las tumbonas de madera térmicas mientras esperas al masaje.

“Tras hacer deporte la gente suele pedir el masaje parcial para la piernas, el descontracturante o el de pies. Siempre lo enfocamos según las necesidades de cada cliente”, explica Gómez. Pero, hay más variedad, en Abades puedes disfrutar de una amplia gama de masajes, tratamientos de belleza o técnicas más terapéuticas, como el Shiatsu o el Reiki. Todo lo necesario para estar preparado para otra nueva jornada en la montaña.