No fumar ni beber alcohol antes de dormir puede reducir el riesgo de bruxismo
En los últimos años la aplicación de estimulación muscular contingente eléctrica para disminuir la tensión de los músculos masticatorios está dando buenos resultados
El estrés es una de las causas de la aparición del bruxismo, o hábito de apretar o rechinar los dientes, y por ello es probable que no fumar ni beber alcohol o café antes de dormirse puede ayudar de forma indirecta a evitar este trastorno.
Así lo ha asegurado el coordinador clínico del Servicio de Odontoestomatología del Hospital San Rafael de Madrid, Juan Manuel Vadillo, que no obstante admite que no existe excesiva evidencia al respecto.
Este trastorno afecta de forma más común por la noche (8-31%), de forma inconsciente, aunque hay pacientes que también lo pueden presentar durante el día. Y además de producir dolores de cabeza, "tiene efectos nocivos para otras partes del sistema masticatorio".
"Puede producir desgastes en las caras masticatorias y los cuellos de los dientes (que pueden producir sensibilidad o dolor dental) o incluso en los casos más avanzados, recesiones en las encías o fracturas dentales", según Vadillo.
Y en estos casos, el desgaste de los dientes y molares puede afectar de igual manera a los dientes y a las prótesis por lo que, ha apuntado, "la solución muchas veces no es sencilla ni para el dentista más experimentado".
Para el tratamiento de las mordidas, los odontólogos deben evaluar la manera de morder del paciente y, si es posible, mejorarla con prótesis u ortodoncia. O proteger los dientes de mayor desgaste y la posibilidad de fracturarse, con la realización de una férula o placa de descarga.
FÉRULAS DE DESCARGA O RELAJACIÓN
Para ello, las férulas de descarga o de relajación es un procedimiento odontológico que implica la construcción de un aparato personalizado, de uso fundamentalmente nocturno (aunque a veces también se debe usar por el día), que se adapta sobre los dientes generalmente superiores e impide el contacto directo de dientes de uno y otro maxilar.
"Su uso puede producir sequedad bucal o aumento de la salivación los primeros días pero, en general, se tolera fácilmente y produce una mejoría funcional claramente perceptible por el paciente bruxista", ha apuntado.
De hecho, sólo en unos pocos casos es necesario tomar medicación, pero su uso ha de estar justificado por razones médicas ya que también conlleva efectos secundarios adversos, que hacen que su uso no esté muy extendido.
Además, en los últimos años la aplicación de estimulación muscular contingente eléctrica para disminuir la tensión de los músculos masticatorios también está dando buenos resultados, aunque es necesaria más evidencia para evaluar sus resultados a largo plazo.