No hagas el indio, mejor construye una tribu de marca
Dime que marcas compras y te diré a que tribus de marca perteneces
Nuevos Airpods 2 de Apple con estuche de carga, 179€. Otros auriculares inalámbricos distintos pero con exactamente las mismas prestaciones, de marca blanca, 39,99€, ambos fabricados prácticamente al 100% en China. Poco más que añadir.
En cuestiones de branding, no hagas el indio, mejor construye una tribu de marca. ¿Qué justifica esta abismal diferencia de precio entre dos productos casi idénticos? Dicen que solo un necio confundiría valor con precio, pero en este caso, se trata más bien, de valor percibido que de valor intrínseco y ahí es donde entra el increíble poder de las tribus de marca.
Quizás ambos productos puedan parecer muy similares, pero su valor percibido por el usuario es infinitamente distinto, de hecho en una caso estamos hablando de un simple 'usuario' y en el otro de todo un 'fan', algo que suena completamente distinto, ¿Verdad?.
¿Por qué pagar una auténtica burrada por una camiseta firmada de Leo Messi?, ¿Porqué dejarse un ojo de la cara en dos entradas en primera fila solo para escuchar unos metros más cerca a tu cantante favorito¿ ¿O porqué suscribirse al canal del Twitch del último streamer de turno, pagando por tener acceso a su contenido más exclusivo antes que nadie?
Precisamente por eso, por la exclusividad, por el significado. Por el sentimiento de pertenencia, por esa necesidad del ser humano de no ser uno más, esa necesidad de querer formar parte de algo, de no estar solo, de tener una tribu. Ante todo, una marca es un contenedor de significados, que gestionado de manera adecuado genera valor y preferencia, construyendo a su alrededor auténticas comunidades de usuarios a las que podemos pasar a llamar fans.
En Limón Publicidad opinamos… dime que marcas compras y te diré a que tribus de marca perteneces.
¿Sueñas con dejar tu trabajo de contable y fugarte a lomos de una motocicleta de alta cilindrada, deportiva, imponente y con une estilo agresivo, o sueñas con hacerlo en una Harley-Davidson?
¿Quieres unas zapas molonas que completen tu outfit de skater urbano o quieres unas Vans? ¿Quieres un Smartphone de última generación o un Iphone? ¿Un simple caramelo de menta o un Halls?
Para cada gran sueño o pequeña necesidad el maravilloso mundo del branding nos ofrece una solución, un algo de lo que formar parte, una tribu de marca a la que afiliarnos.
Porque cuando dejas de soñar con una moto para soñar con una Harley, no solo acabas de entrar de lleno en una tribu de marca, sino que incluso empieces a sentir de verdad los colores.
Cuando te das cuenta de que de verdad te gusta conducir, o cuando te miras al espejo y empiezas a parecerte un poco a George Clooney solo por la marca de café que tomas, estás dentro.
Y solo entonces es cuando estás dispuesto a pagar lo que sea para que no te echen del grupo, por la tribu, por porque sí, porque tú lo vales.