"No podemos espabilar en el último cuarto, no funciona así el baloncesto"
Agustín Ubal se muestra tajante ante la situación que atraviesa el Covirán, consciente de que "nosotros debemos empezar 12-0 en casa, no el rival"
La templanza y el saber estar, el analizar las situaciones desde un prisma de calma y autocrítica no tiene porqué ir ligado a un número, a una edad. Agustín Ubal tan solo tiene 21 años, pero al escucharlo hablar, sus palabras bien podrían ser pronunciadas por uno de los veteranos del vestuario rojinegro. El base uruguayo contesta con total sinceridad a todas las cuestiones relacionadas con el Covirán Granada y, especialmente, con la derrota del pasado fin de semana ante Bilbao Basket. Para abordar un problema el primer paso es reconocerlo y Ubal tiene muy claro que lo que ocurrió el pasado sábado "no va a volver a pasar".
Pregunta: Dura derrota el pasado fin de semana ante Bilbao, ¿Qué sensaciones tiene después del partido y ya en frío?
Respuesta: Nunca es bonito perder, me fui bastante frustrado el sábado. Estos dos días estuve bastante enojado, pero la vida sigue. Más allá de lo que pase en los partidos hay que seguir con nuestro trabajo de la semana. No nos queda otra que seguir. Estamos empezando, han pasado seis jornadas. Obviamente tampoco quiero quitarle responsabilidad al partido porque fue un partido que era muy importante para nosotros. Queda mucho por delante, no podemos empezar a pensar en el final de la temporada. Ahora viene Manresa, que vienen de ganar bien, pero tenemos que seguir mejorando y trabajando cosas que es lo que necesitamos.
P: ¿Era Bilbao un partido que debían ganar sí o sí? ¿Tiene esa sensación de que este era un partido que no debían fallar?
R: En casa tenemos que ganar todos los partidos posibles. Bilbao venía de un partido en Bulgaria, fuera de casa no son muy sólidos por lo que era muy importante para nosotros. En casa hemos jugado contra Unicaja y Tenerife, que son rivales muy difíciles de ganar. Bilbao era una buena oportunidad para sacar la primera en casa. No se pudo y el próximo en casa es contra Coruña. Ese sí es muy importante.
P: Uno de los problemas que se ven desde fuera y que quizás más sorprende a los aficionados es el inicio del encuentro. Son varias ya las ocasiones en las que al equipo le cuesta entrar en el partido, ¿Por qué ese problema para conectar con el juego?
R: No estamos teniendo buenos inicios de partido. No te sabría decir una respuesta concreta porque lo trabajamos todo durante la semana. Quizás nos falta un poco de esa chispa, de esa garra al principio de los partidos. Marcar que esta es nuestra casa. De inicio tenemos que marcar que en casa va a ser difícil ganar. Como sea, se me ocurren bastantes maneras, pero hay que hacerlo porque no queda otra. En nuestra casa nosotros tenemos que ser los que empecemos 12-0, no el rival. Tenemos que trabajarlo. El cuerpo técnico hace un buen trabajo durante la semana y lo seguirá haciendo. Nuestra mentalidad tiene que ser como el partido de Girona. Tenemos que empezar con todas las ganas, con positividad y que vamos a ganar. Después de este partido que fue un golpe duro para todo el equipo, no va a volver a pasar.
P: Es llamativo que no se haya ganado todavía en casa.
R: Pesa claro. No nos podemos volver locos. Son siete jornadas, si nos volvemos locos en la jornada siete, después va a ser mucho peor. Obviamente que los primeros que queremos ganar somos nosotros. Trabajamos como animales toda la semana. Entiendo a la gente perfectamente, entiendo que quieren ver al equipo ganar, están con muchas ganas de que luchemos por otras cosas. Contra Coruña es un partido muy, muy, muy importante para nosotros. No se va a volver a repetir lo que pasó en Bilbao. No debe volver a pasar. Va a ser un partido duro. Nosotros tenemos que luchar contra la ansiedad, tenemos jugadores con experiencia por lo que lo vamos a llevar bien.
P: Pablo Pin ha resaltado en varias ocasiones que lo que se ve en el partido no es lo que él ve en los entrenamientos. Tiene que haber algún punto de ese recorrido en el que se falla
R: Los entrenamientos y los partidos son dos cosas distintas. En los entrenamientos no tienes la tensión de un partido, no estoy justiciando que no nos salgan las cosas. Pero es verdad que no nos está saliendo lo que entrenamos. Eso lo podemos combatir con actitud que, por momentos, quizás nos falta esa garra. Más allá de que no nos salgan las cosas en ataque, atrás no nos pueden hacer puntos fáciles, correr fácil... Va más allá de lo que entrenemos. Hay que dar un paso hacia adelante y empezar a rendir de la mejor manera.
P: Se ha visto que cuando el equipo aprieta juega bien. Un ejemplo fue el último periodo ante Bilbao ¿Qué les llevo a ese clic, a ese cambio de mentalidad?
R: Tiramos de orgullo los cinco que estábamos en la pista. Personalmente, me daba un poco de vergüenza lo que estaba pasando. Tiramos de orgullo y empezamos a hacer lo imposible. Con 20 abajo empezamos a ensuciar el partido, a que la gente se metiese con nosotros. Obviamente, con 20 abajo es difícil que la afición esté contenta. No podemos empezar a espabilar y a hacer cosas en el último cuarto. No funciona así el baloncesto. Si ganábamos iba a ser igualmente un mal partido. Los 30 minutos de antes fueron lamentables. Hay que trabajar para empezar con esas ganas y ese orgullo. Ahí podemos mejorar.
P: A nivel individual, fue uno de los jugadores que más implicado se le vio en el partido. ¿Qué valoración hace de su partido?
R: No me gusta hablar de mí. Pero, me estaba tocando un poco el orgullo el ir 20 abajo. Me tocó hacer el trabajo sucio. No me interesa si tengo que entrar y hacer una falta dura o lo que sea, lo que me pida el entrenador lo voy a hacer. Me puso en la cabeza de que iba a luchar todos los balones. Cada vez que entro a pista trato de darle esa energía al equipo. Yo los veo desde fuera y trato de dar lo que veo que le falta al equipo. Es el rol que me toca. Tengo que entrar a sumar y no a restar. Si no toco la pelota en cinco o seis minutos no pasa nada, yo voy a ir a pelearme con el que tengo delante, a por el rebote, robar balones... Más allá de que haya jugado o no, es buena que haya podido mostrar mi defensa.
P: ¿Como está siendo la respuesta en el vestuario? Porque algo es innegable este año, están muy unidos.
R: Todos estuvimos igual de dolidos. Mis compañeros responden siempre bien después de una derrota. El ambiente de vestuario es bueno que eso es importante. Por ahora es pronto, es fácil hablar en la jornada 7 de que todo está bien en el vestuario. Aun así, hay buenos jugadores, buenos veteranos y creo que eso no va a cambiar. Si empezamos a responder mal y empieza a haber malos rollos en el vestuario estamos perdidos. Es bueno que haya buen ambiente en el vestuario y con el cuerpo técnico.
P: Es vital que no se pierda esa unión. La temporada es muy larga.
R: Lo más importante para nosotros es ser una piña. El año pasado estuve en Palencia que también fue un año muy duro y viví ciertas cosas. Soy joven, no hago el rol de veterano, pero sí que he vivido experiencias en las que puedo aportar, como cuando perdemos seguir siendo positivos y seguir adelante, tratar de apoyar a mis compañeros. Siempre voy a tratar que el vestuario esté bien.
P: Viene de Palencia, sabe lo que es vivir esta situación quizás mejor que muchos, ¿Está viviendo lo mismo allí que aquí en Granada?
R: En Palencia empezamos incluso peor. Por eso no estoy nervioso. Es muy largo esto. Si me pongo a pensar en el 0-7 de Palencia... Quizás eso es lo que nos pasó a nosotros, nos pesó el inicio, el no ganar y nos jugó en contra. No nos puede pasar lo mismo. Siento que este año podemos llegar a tener mejores resultados. Tenemos buena plantilla, jugamos bien, pero no se nos está dando. Sé que vamos a jugar bien y quiero decirle a la gente que esté tranquila porque vamos a responder.
P: En esa unión le quiero preguntar por Gian Clavell. Él contó a GranadaDigital que lo veía como un jugador con muchísimo talento y potencial y que por eso quería ayudarle a seguir mejorando. ¿Qué opina de él y cómo está recibiendo esa ayuda?
R: Clavell es un crack conmigo. Desde que llegué me arropó como si fuese su hermano. No tengo palabras para él. En los momentos duros, como en el partido contra Unicaja donde no me salieron las cosas, él fue el primero en levantarme la cabeza y ayudarme a seguir adelante. Eso lo valoro mucho porque no todos los veteranos son así con los jóvenes. Nosotros nos molestamos mucho entre nosotros, ahí se demuestra el cariño que nos tenemos. Estoy muy agradecido de tener a alguien como él en el equipo. También otros compañeros como Edgar Vicedo o Jonathan Rousselle, Bamforth también me ayuda mucho. Es importante que me impulsen y me ayuden a mejorar para ayudar al equipo.