Una noche entera sin luz en Cartuja: "Han venido esta mañana y en un minuto ya nos la habían puesto"
Decenas de familias de las calles Antonio López Sancho y Joaquín Corral Almagro denuncian nuevos y prolongados apagones de manera sistemática
La indignidad que supone no poder calentar un vaso de leche en el microondas, encender la luz para ir al baño o, más grave aún, conectar un aparato respirador a la corriente eléctrica volvió a recrudecerse como nunca la pasada noche con los vecinos de Cartuja. Concretamente los de las calles Antonio López Sancho y Joaquín Corral Almagro, quienes han estado sin suministro entre las 23:00 del pasado jueves hasta las 10:00 de este jueves.
Aunque los cortes venían reproduciéndose ya días atrás y se han prolongado durante las olas de calor a lo largo del verano, por no hablar evidentemente del problema endémico que sufre el distrito desde hace tres lustros, lo de la última noche supera todos los límites. Tanto como para que una de las vecinas afectadas llegue a contestar con sarcasmo "espérate a esta noche, que va a volver a irse la luz, y te la paso" al pedirle una foto de las varias horas en las que se quedaron a oscuras.
Los apagones son constantes y esta vez le han tocado a varias decenas de familias de las citadas calles. "Sólo en mi placeta son 60", resume Rosa García, presidenta de la Asociación de Vecinos Nueva Cartuja, quien lamenta que "desde el lunes la luz se está yendo todas las noches a las once". "Lo que pasa es que esos días volvía en un par de horas, mientras que ahora no nos la han puesto hasta las diez de la mañana que ha venido Melfosur, han levantado un fusible y ha vuelto a haber luz. No han querido atender nuestras llamadas en toda la noche. Cuando han llegado a las diez para darnos luz, han tardado un minuto. Nos han tenido sin luz toda la noche. La única persona que ha estado 24 horas ha sido Manuel Martín, el Defensor de la Ciudadanía. Y esto, que me conste, al menos ha afectado a las calles Antonio López Sancho y Joaquín Corral Almagro aquí en Cartuja, más la calle Juan de Latino en La Paz", se queja amargamente la presidenta.
García lamenta que "la semana anterior a la pasada nos dejaron toda la noche, la mañana y hasta las 17.00 horas del sábado sin luz". "Tuve que trasladar los aparatos de glucosa, del corazón y del oxígeno de mis vecinos a la asociación de vecinos", relata antes de manifestar que "anoche [por la del miércoles] le mandé un WhatsApp a Elisa Campoy, presidenta de la Junta Municipal de Distrito Norte, y hoy la he llamado".
Para Mari Carmen C. Rodríguez, otra vecina afectada, la primera palabra que se le viene a la cabeza al preguntarle por la situación es "indignación". "Llamo a Incidencias de Endesa para que solucionen el problema y me contestan desde Barranquilla. Me pregunto si es normal que me atiendan un problema así desde Colombia. Estoy indignada, nos tienen abandonados porque esto n ole duele ni a Endesa ni al Ayuntamiento y no sabemos a quién dirigirnos ya", expresa. Esta vecina explica que "en toda la ola de calor hemos tenidos cortes". Al hilo, recuerda que lo que le piden a Endesa es que cambien a su bloque a un transformador que "está en la puerta de nuestra casa en vez de al que tenemos a 300 metros a espaldas del IES Cartuja". "El Ayuntamiento nos pidió el DNI, pero no hace nada. Pago la luz, el agua y el IBI religiosamente pero aquí nadie hace nada. He tenido tres años y medio a mi madre y la he curado con velas y linternas. Tenía demencia y estaba en la cama", asevera entre el nerviosismo.
Y una situación muy parecida describe Lola López, otra de las vecinas afectadas contactada por GranadaDigital, quien cuenta que, sólo en su rellano, hay dos vecinas electrodependientes, una de un aparato para dormir y otra de una máquina de oxígeno: "Hasta que no pase algo grave no van a hacer nada. Nos tienen como si estuviéramos pidiendo una limosna, y es algo que es nuestro porque lo pagamos". Sobre este último episodio de once horas seguidas sin luz, Lola reconstruye la sucesión de llamadas que han realizado durante toda la madrugada: "No hemos parado de llamar durante toda la noche. Unas veces te cogen el teléfono y otras no, pero te van diciendo que van a ir a una hora y luego es mentira".
Francisco López, administrador del bloque de la calle Joaquín Almagro 2, también se suma a la denuncia, y no le tiembla la voz a la hora de buscar responsabilidades también entre quienes se enganchan ilegalmente a la luz: "Sufren cortes de luz semana sí y semana también. Lo malo de eso es que hay gente que es electrodependiente. Uno de ellos es mi padre, que tiene un marcapasos, que es la máquina que está en contacto con el hospital y es con lo que duerme. La gente allí no dice nada, pero hay mucha gente que está enganchada... Bueno, no mucha gente, pues la comunidad paga religiosamente la luz, pero luego hay unos cuartillos en cada uno de los portales. En unos hay contador y en otros no. Si un técnico de Endesa va, verá que a lo mejor hay una ficha y están enganchados. Pero ahí no tocan a ningún vecino porque no se atreven tampoco. Raro es el mes, por ejemplo, que en dos semanas no se vaya".