"Nuestro objetivo es sacar de las cunetas a quienes quitaron la voz"
Más de cien personas se reúnen para rendir homenaje a las víctimas del franquismo en la tapia del cementerio
Granada ha vuelto a recordar a las víctimas del franquismo. La tapia del cementerio, donde tuvo lugar el fusilamiento de cerca de 4.000 granadinos, ha acogido un acto de homenaje en el que más de cien personas se han dado cita para traer a la memoria a aquellos que perdieron la vida por la Guerra Civil.
Reperesentantes de ocho asociaciones memorialistas diferentes han sido los encargados de llevar a cabo el primero de los dos homenajes que recordarán a las víctimas. La tapia, en la que aún se pueden apreciar los orificios de las balas, fue declarada Lugar de Memoria en el que supuso el primer paso de la lucha reivindicativa de estas agrupaciones.
El segundo paso fue la instalación de un memorial "que recuerde con nombres y apellidos a nuestros seres queridos", según ha explicado Paco Vigueras durante el discurso que ha abierto el acto. En este caso, dicho memorial es una valla con los nombres, apellidos, edades y fecha de nacimiento de aquellos que fueron fusilados, con un total de 3.600 víctimas representadas en él. Además, Vigueras ha querido recordar que "el otro día encontramos una fosa común en Güevéjar que ni siquiera está en el mapa de fosas comunes".
Acto seguido, se han guardado dos minutos de silencio para homenajear a los que ya no están. Durante este periodo de tiempo, el recuerdo de los presentes ha estado acompañado por música de violín en directo. Tras finalizar, se ha dado el turno de palabra a los integrantes de las diferentes asociaciones memorialistas que se han trasladado hasta el lugar.
En esta ventana a los diferentes portavoces, se ha destacado que este año se celebrarán dos homenajes porque entienden que el organizado por los organismos públicos era "para lucimiento de los políticos". Además, se ha querido resaltar el carácter reivindicativo de un acto que, según han manifestado, "debe ser para las víctimas, sus familias y nadie más".
De este modo, han aprovechado la ocasión para "denunciar que la Ley de Memoria no se cumple", algo que justifican en que "En Granada hay más de 30 calles con nombres fascistas". Además, han resaltado el papel de la mujer, que "sufrió doble represión, una por el fascismo y otra por su condición de mujer", recordando que "más de 600 mujeres fueron encausadas y 200 fueron fusiladas en Granada".
"Nuestro objetivo es sacar de las cunetas a quienes quitaron la voz y darles la dignidad que merecen", han afirmado desde la asociación 14 de abril. Para ello, afirman que es necesario "voluntad y determinación política en las actuaciones que se lleven a cabo", persiguiendo así el objetivo final de "enterrar definitivamente el franquismo".
Cinco alcaldes de Granada murieron por la represión. De ellos, dos han recibido un homenaje especial este año: Rafael Molina Mantas, último alcalde republicano de Huétor Tájar, y José Gijón Lorente (Pepe el Vito), último alcalde republicano de Vélez Benaudalla. Para ello, han contado con la presencia de Rafaela Molina Ortega y Juan Pinilla, hija y bisnieto de Rafael Molina Mantas, así como Antonio Gijón, hijo de José.
El primero en tomar la palabra ha sido Juan Pinilla, que ha querido resaltar lo especial del año para su familia, pues afirma que "por fin nos sentimos con las fuerzas suficientes para dar con el último alcalde republicano de Huétor Tájar". Sobre él, ha destacado que se trataba de "un buen hombre", recordando que "encontramos un testimonio en el que hasta 50 falangistas pedían que le liberaran porque no había hecho nada más que repartir justicia". "Gracias a vosotros, sus nombres nunca se borrarán de la historia", ha querido recalcar aludiendo al acto celebrado.
Su abuela, Rafaela Molina, ha recogido el testigo para expresar su agradecimiento a todos los presentes afirmando que "no voy a vivir el tiempo bastante para daros las gracias a todos". "Mi padre era muy bueno, pero murió y se vio sin nada que darle a sus hijos, nos lo quitaron todo", cuenta la hija del último alcalde republicano de Huétor Tájar, que ha querido cerrar su discurso pidiendo "que no haya más guerras, por favor".
Finalmente, Antonio Gijón, el hijo de Pepe el Vito, ha recordado la figura de su padre: "un hombre que se adelantó a su tiempo". "Creó su propia norma de transparencia con una pizarra y el balcón del Ayuntamiento", recuerda Gijón, que ha centrado su discurso en lo querido que era su padre en el pueblo, hasta el punto de que le dedicaron una canción alabando su labor. Al terminar, ha querido despedirse cantándola para honrar la memoria de su padre.
Una vez finalizados los discursos, Juan Pinilla ha cantado acompañado a la guitarra por Francisco Manuel Díaz. Al terminar, se ha procedido a la ofrenda floral que ha puesto el punto final a este primer acto, que pasa ahora el relevo a un segundo con más presencia institucional.