Semana trascendental para saber si se volverá a confinar Granada

La Junta de Andalucía podría acelerar la maquinaria, aunque el Gobierno central pretende retrasar ese escenario todo lo posible

Fotos Archivo Covid-19 Carlos Gijon-49
Granada aguarda su particular compás de espera antes de saber si será confinada o no | Foto: Carlos Gijón
Miguel López Rivera
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Acabado el Puente de Todos los Santos, Granada encara una semana trascendental. Si se han cumplido o no con las recomendaciones durante estos días festivos se conocerá en dos semanas, tiempo establecido desde que se tiene contacto con un positivo para conocer si se ha contraído el virus.

Pero antes, este mismo miércoles, la Junta de Andalucía podría tomar medidas más restrictivas respecto a la movilidad. Las cifras invitan a pensar en lo que nadie quiere ni escuchar: un nuevo confinamiento domiciliario como el impuesto durante la primera ola de contagio en todo el país. La buena noticia es que el Gobierno de Pedro Sánchez, en boca de Salvador Illa, descarta por el momento un escenario como ese.

No obstante, la medida supondría un nuevo golpe para la economía, pero también para la moral de la ciudadanía. Máxime en una ciudad como la de la Alhambra, donde el contacto entre personas, ya mermado de por sí, está inoculado en la vida misma de sus habitantes, y con una intensa vida nocturna.

Tanto el presidente de la Junta, Juanma Moreno, como el vicepresidente, Juan Marín, han aprovechado el puente para dirigirse varias veces a la ciudadanía. En cada una de las alocuciones, los dos máximos mandatarios autonómicos han reiterado la posibilidad de llegar a ese escenario en las próximas semanas. ¿Pero cómo se daría? ¿Qué tipo de medidas se adoptarían?

Los precedentes

La respuesta a estas preguntas es toda una incógnita, aunque por el momento hay dos precedentes: el del primer confinamiento y el de los cierres perimetrales que actualmente también sufren Sevilla y Jaén, además de la propia provincia de Granada.

Aunque parezcan lo mismo, cabe recordar que el confinamiento y el cierre perimetral presentan diferencias. El segundo permite la libre circulación dentro del territorio especificado en todo momento excepto en la franja fijada por el toque de queda (de 23.00 a 6.00). En el caso de Andalucía, ese ámbito de movilidad corresponde al municipio. Por el contrario, el confinamiento es un toque de queda permanente en el que salir a la calle está prohibido a cualquier hora.

Con el cierre sí que es posible, por ejemplo, salir a hacer deporte -cumpliendo las nuevas restricciones-, a comprar o ir al cine. Pero siempre y cuando todas esas actividades estén dentro del término municipal en el que se reside. Por eso, actualmente un granadino de la capital no puede acudir al cine Kinépolis Nevada, centro comercial reservado sólo para la gente de Armilla, o al del Granaita, de uso exclusivo para los pulianeros.

El desplazamiento entre municipios en esta situación sólo está justificado si es por trabajo, para acudir a un centro sanitario o docente, al banco, para renovar un permiso o documentación oficial, volver al lugar de residencia, realizar exámenes o pruebas oficiales inaplazables, actividades deportivas federadas, prestar ayuda a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad, repostar combustible en caso de necesidad o responder a la llamada de organismos públicos judiciales o notariales.

En el aire queda, por ejemplo, si se abriría una nueva línea de ayudas de cualquier índole para los sectores más desfavorecidos o las empresas que tengan que cerrar por imperativo legal.

Nivel de alerta 4

Toda la provincia se encuentra en el nivel de alerta 4, el de mayor riesgo de cuantos contempla el Gobierno en sus indicadores de valoración. Dichos criterios se dividen en dos bloques: el de evaluación del nivel de transmisión y el del nivel de uso de los servicios asistenciales a causa del Covid-19.

En el primer bloque se contemplan seis indicadores: la incidencia acumulada en los últimos 14 días, la de los últimos siete, esos dos mismos pero referidos a mayores de 65 años, la positividad global de las pruebas por semanas y el porcentaje de casos con trazabilidad (capacidad de seguimiento y rastreo). En el segundo, sólo dos: porcentaje de camas ocupadas por enfermos de coronavirus y el mismo baremo pero de camas UCI.

Este nivel de alerta se declara cuando un territorio acumula al menos dos indicadores del bloque I y uno del bloque II en nivel de riesgo extremo, el más alto de en cuantos se divide esta clasificación. Granada incluso sobrepasa esos márgenes.

A ese punto se ha llegado después de que la provincia acumule ya más de 28.000 contagios desde que comenzó la pandemia. A un ritmo de más de 1.000 durante los últimos cinco días, en los hospitales granadinos se roza la cifra de 700 ingresados, 101 en la UCI. Se despliegan medios y se multiplican los esfuerzos, pero el ritmo de contagio es incesante.