Nuevo escándalo en el fútbol base granadino: Una madre amenaza a un árbitro de 13 años

La mujer saltó al campo en el descanso e increpó al colegiado menor de edad al cual esperó que lo iba a "esperar en la puerta y verás lo que te voy a hacer"

Recurso fútbol
El colegiado tuvo que suspender el encuentro porque no estaba asegurada su integridad física | Foto: Archivo
Ainoa Morano
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Granada vuelve a vivir un acto bochornoso y lamentable en el fútbol base de la provincia. En el pasado mes de noviembre, la madre de un jugador acaparó todos los focos en una nueva situación de violencia en el deporte. Nada más acabar el encuentro, la mujer se dirigió al árbitro que dirigía el partido entre alevines que estaba teniendo lugar en Alhendín para propinarle una bofetada nada más acabar el juego. Un acto más que cuestionable que, por suerte no se ha repetido en lo que a términos de violencia física se refiere, pero que es igual o incluso más reprochable al verse implicado un menor.

Este pasado viernes, mientras se disputada el encuentro de quinta categoría andaluza benjamín entre el Club Láchar y el Zaidín-Salesianos, la madre de un jugador ha saltado al campo de juego para amenazar en reiteradas ocasiones al árbitro que dirigía el partido, un colegiado de tan solo 13 años. 

Tal y como reza en el acta del partido, al llegar el descanso, la mujer "saltó la barandilla y entró al terreno de juego", acercándose al árbitro, "muy nerviosa y haciendo aspavientos", dirigiéndose directamente al colegiado "a viva voz" espetando lo siguiente: "Qué pollas te pasa con mi niño, como le hagas algo te vas a enterar. Ten cuidado conmigo, al final te voy a esperar en la puerta y verás lo que te voy a hacer". 

Tras lo sucedido, el colegiado se dirige a los vestuarios, lugar en el que se refugia durante al menos 20 minutos tras haberle pedido al delegado de campo que llamase a la Policía para trasladarles lo sucedido. Una vez transcurrido este breve tiempo, tal y como refleja el acta, "seis agentes se personan en las instalaciones deportivas", aunque su presencia en el recinto será breve pues aseguran que "no se pueden quedar en dichas instalaciones hasta la finalización del partido".

Aunque la madre del jugador que lo había amenazado ya estaba identificada, eso sí continuaba muy nerviosa por lo ocurrido, los agentes aconsejan al colegiado de tan solo 13 años "suspender el partido ya que soy árbitro protegido menor" y "no me pueden garantizar mi integridad física". Ante esta situación, el mejor decide dar por acabado el encuentro dado que, como se recoge en el texto emitido tras el partido, "me encuentro muy asustado y emocionalmente no acto para seguir arbitrando con normalidad". Así, el chico de tan solo 13 años debe salir de las instalaciones deportivas escoltado por la Policía. Un nuevo acto de violencia lamentable que empaña el deporte granadino y que, sobre todo, no representa los valores que se tratan de transmitir a los más pequeños con su práctica.







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