Los nuevos héroes del ascenso

El Granada CF ha regresado a Primera División con una plantilla corta, trabajadora y versátil que lleva la rúbrica de Diego Martínez

RCD MALLORCA - GRANADA 003
Los once jugadores que afrontaron el partido del ascenso del Granada CF a Primera División | Foto: Agencia LOF
Chema Ruiz España
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La espera no ha sido tan larga como en la última celebración, pero el Granada CF ha logrado un ascenso igualmente histórico. A pesar de la complicada situación económica en la que comenzó el curso, el conjunto rojiblanco supo reponerse y componer una plantilla corta, trabajadora y versátil que, con la rúbrica innegable de Diego Martínez, puede sentarse a la mesa del grupo que comandó Fabri González en 2011.

Y en realidad son bastantes las similitudes que pueden señalarse entre ambos equipos, como han apuntado algunos de los héroes del último ascenso rojiblanco en las semanas previas. La unión del vestuario se ha convertido en el eje de un plantel en el que ha primado el colectivo a las individualidades y en el que todos y cada uno de los 25 componentes -contando a Juancho, que tiene ficha en el filial, y a Pablo Vázquez, que salió en el mercado invernal- han defendido a capa y espada el ‘pasito a pasito’.

La base sobre la que se ha construido el equipo de Diego Martínez ha sido la defensa, y así lo reflejan los datos: a falta de una jornada para el final de la competición, el Granada CF es el equipo menos goleado de la categoría. Este registro divide el mérito en dos parcelas. Por un lado, hay que destacar la actuación de Rui Silva durante todo el curso. El guardameta portugués ha tenido esta campaña su primera oportunidad de demostrar su valía como portero titular del conjunto rojiblanco y ha terminado siendo decisivo. Se ha convertido en un auténtico cerrojo para la portería de Los Cármenes y ha impedido la actuación de Aarón Escandell a base de estiradas felinas que han sumado puntos.

Por otra parte, se antoja necesario hacer una mención destacada a la zaga nazarí. La línea de cuatro con la que Diego Martínez ha afrontado todos los encuentros de esta competición ha sido un muro infranqueable para los rivales. Esta, en los primeros compases de Liga, presentó ciertas dudas sobre quién la compondría. Víctor Díaz comenzó siendo la pareja de Germán en el centro de la zaga, con un revitalizado Quini y Álex Martínez en los flancos.

La irrupción de José Antonio Martínez y la posterior lesión del lateral izquierdo recompusieron la línea, que pasó a ser un clásico en los esquemas rojiblancos. Víctor Díaz mantuvo su plaza en la derecha, con Quini en el lado contrario, reconvertido con éxito. Germán continuó siendo el líder de la zaga desde el centro y Martínez se erigió en una de las sorpresas de la Liga. Se marchó Pablo Vázquez en invierno y llegó Bernardo, que, no obstante, ha tenido un papel testimonial.

En la sala de máquinas, apareció un problema que ha acompañado al equipo durante toda la temporada. En la plantilla no hay un recambio natural para Montoro, que, mucho más regular que el curso anterior, ha sido esencial en el dibujo de Diego Martínez. Sin él, el equipo solo ha logrado ganar un partido, lo que resume bien su relevancia.

Junto al centrocampista valenciano ha emergido con fuerza Fede San Emeterio para convertirse, tal vez, en el mediocentro revelación de la temporada en Segunda. El cántabro, apodado el cemento, se convirtió pronto en la inseparable pareja de Montoro y acabó haciéndose indispensable. Su ausencia también ha constituido un problema durante el curso, pues Alberto Martín, José González y Nico Aguirre no han rendido a gran nivel, motivo por el que llegó en invierno Ramón Azeez. El nigeriano ha cumplido cuando le ha tocado actuar y ha acabado siendo el recurso de Diego Martínez para conservar los puntos en los tramos finales de los encuentros.

La línea más determinante del equipo durante toda la temporada, sin duda, ha sido la media punta. Para actuar en esta parcela llegaron en verano nombres que ilusionaron a la hinchada, encandilada finalmente al verles actuar sobre Los Cármenes. Vadillo ha aportado la magia del equipo en todo el curso, aunque, como sus compañeros, ha sido intermitente. No obstante, ha sido el principal canal ofensivo de los nazaríes.

Fede Vico, por su parte, fue una de las piezas más discutidas en los primeros compases del campeonato, pero poco a poco fue haciéndose dueño de la plaza de enganche rojiblanco. Su movilidad y su capacidad resolutiva en la franja decisiva han resultado esenciales para el cuadro de Diego Martínez, que, sin embargo, ha encontrado a su máximo goleador en un jugador que ya estaba el año pasado.

Antonio Puertas ha renacido este curso para echarse el equipo a la espalda por momentos. Tras cuajar un comienzo espectacular, perdió la titularidad, pero acabó recuperándola a base de goles, para terminar siendo el pichichi rojiblanco. Su principal competidor por la titularidad ha sido, en gran parte de la temporada, Alejandro Pozo. El joven extremo hervense enamoró a la hinchada en un primer tramo de curso espectacular que le sirvió incluso para ser convocado por la Selección Sub 21. Sin embargo, una lesión muscular acabó mermando su buen rendimiento.

En enero, llegó Dani Ojeda, procedente del CD Leganés, para acabar relegando a Pozo a un segundo plano. Al extremo canario le costó arrancar, pero una gran actuación en Córdoba le sirvió para afianzarse en el ‘once’ durante varias jornadas, en las que resultó esencial. Su actuación ante el Rayo Majadahonda, probablemente, sea la mejor con la elástica rojiblanca.

Arriba, el rendimiento de los dos únicos puntas del equipo ha ido en aumento. Ramos no comenzó mal el curso, pero acabó cayendo nuevamente en sequía. La ceguera goleadora de Rodri, en cambio, fue mucho más profunda. No obstante, en el tramo final del campeonato recuperaron el olfato, sobre todo el delantero soriano, y han acabado decidiendo en gran medida el ascenso rojiblanco. Ramos anotó el gol determinante de Albacete y Rodri fue el goleador al que se aferraron los nazaríes en las últimas jornadas.