La obra de emergencia del Metro de Granada en Juncaril supera ya el 81% de su ejecución

La consejera de Fomento, Marifrán Carazo, ha comprobado el avance de los trabajos en el encauzamiento del arroyo

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Visita a las obras de emergencia en el tramo de plataforma del Metro de Granada que discurre sobre el cruce con el arroyo Juncaril | Foto: Gabinete
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La consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, ha supervisado este lunes las obras de emergencia que la Agencia de Obra Pública, dependiente de la Consejería, está ejecutando en el tramo de plataforma del Metro de Granada que discurre por la mediana de la carretera GR-3417, justo sobre el cruce con el arroyo Juncaril, entre los términos municipales de Albolote y Maracena. Esta actuación, cuyo gasto aprueba este martes el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, alcanza ya un nivel de ejecución superior al 81 por ciento.

Durante la visita, a la que también asistieron el alcalde de Albolote, Salustiano Ureña; el presidente de la Diputación de Granada, José Entrena; el delegado de la Junta en Granada, Pablo García, y el delegado Territorial de Fomento, Antonio Granados, se explicó que en esta obra han participado 22 trabajadores, así como personal de la Agencia de Obra Pública, y que durante la primera fase requirió de jornadas de 24 horas con diferentes turnos para su ejecución y supervisión, con el propósito de restablecer cuanto antes el servicio de metro en el tramo que se vio afectado entre Albolote y Maracena.

Esta obra de emergencia tiene su origen en las incidencias detectadas el pasado 23 de enero en el firme de esta carretera de titularidad provincial, a raíz de las altas precipitaciones registradas en el área metropolitana norte de Granada. Entonces, se detectaron hundimientos en la calzada alineada junto a la plataforma, por lo que técnicos de la Agencia de Obra Pública y la empresa de mantenimiento de Metro de Granada realizaron una inspección. En esta visita se comprobaron daños relevantes en la transición del encauzamiento del arroyo Juncaril con la obra de drenaje transversal (un tubo tipo arco) detectándose la entrada de una gran cantidad de agua a ambos márgenes y bajo la solera del tubo, con el consiguiente arrastre de los rellenos.

Ante los riesgos que dicho arrastre de rellenos podían tener sobre la capacidad portante de la plataforma de vía, a escasos metros de la calzada, se procedió ese mismo día, 23 de enero, a las 21.00 horas, a suspender el tráfico de los trenes del ferrocarril metropolitano en este tramo entre Albolote y Maracena para garantizar así la máxima seguridad de la explotación ferroviaria.

El servicio quedó parcialmente suspendido en ese tramo de cuatro kilómetros, disponiéndose de autobuses sustitutorios para los usuarios del metro, hasta el 2 de febrero, restableciéndose al día siguiente, el tráfico de trenes sobre la plataforma del metro, una vez culminados los trabajos y chequeos de la primera fase de la obra de emergencia, que incluyeron una prueba de carga con trenes en vacío circulando de nuevo por el tramo. En dicha primera fase, se llevaron a cabo una serie de actuaciones de carácter urgente, como el control provisional del caudal del arroyo Juncaril y la consolidación y mejora estructural del terreno en el entorno del tubo de drenaje. Estas actuaciones exigieron técnicas de ingeniería civil como inyecciones de lechada de cemento, así como el apeo de la losa de hormigón armado existente para el óptimo soporte de la plataforma de vía mediante la ejecución de micropilotes.

La solución definitiva para subsanar esta incidencia ha contado con el asesoramiento de especialistas de referencia en geotecnia y estructuras. Una vez se restableció el servicio de metro entre Albolote y Maracena, y quedó diseñada la solución técnica final, se acometió la segunda fase de la obra de emergencia, cuyos trabajos se encuentran en su recta final.

Estos trabajos han consistido en dar una solución al encauzamiento del arroyo Juncaril y restaurar, al mismo tiempo, el tubo-arco bajo la plataforma del metro, así como en acometer un reforzamiento del terreno del entorno, que se había visto afectado por los procesos de erosión interna y la consiguiente subsidencia del terreno.

Estas actuaciones han contribuido a estabilizar la plataforma del metro, mediante inyecciones adicionales de cemento a las efectuadas ya en la primera fase, así como a mejorar el relleno en el entorno del tubo, con el fin de que no se produzcan depósitos de materiales bajo las vías. El diseño de reparación definitiva del tubo ha consistido en su refuerzo interior mediante un anillo de hormigón armado. También se va a proceder a mejorar la embocadura de la obra de drenaje mediante muretes de hormigón.