Ocho familias con menores abandonan la Azucarera antes de ser desalojadas
Podemos-IU destaca que han ido a vivirse con familiares porque "no se fían" de las propuestas que les ha hecho el Ayuntamiento
Un total de 42 personas de ocho familias, entre las que se encontraban 15 menores, han abandonado de forma voluntaria la ocupación que mantenían de la Azucarera de San Isidro, en el barrio de Bobadilla de Granada, sin que se haya producido en la mañana de este jueves el desalojo por orden judicial que estaba previsto.
Según han confirmado fuentes municipales y de la Policía Local de Granada a Europa Press, a primera hora de la mañana las patrullas destinadas a proceder con el desalojo, que estaba previsto a las 9,00 horas, se han personado en el lugar, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), pero a su llegada han comprobado que estas personas ya habían abandonado la zona.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad sí han detenido a una persona que no tenía nada que ver con las ocho familias okupas, que se encontraba durmiendo en la zona y que, tras ser identificada, se ha comprobado que tenía "una requisitoria judicial por un delito".
Está previsto que a las 18,30 horas de este jueves se lleve a cabo una concentración en apoyo a estas familias en la Plaza del Carmen de Granada, frente al Consistorio, a la que está previsto que asistan varios miembros de estas familias que dormían en la Azucarera.
La concejal de Podemos-IU en el Ayuntamiento de Granada, Elisa Cabrerizo, ha asegurado a Europa Press que estas 42 personas se han reubicado voluntariamente la pasada madrugada "en casas de familiares, que les resultaba más seguro, para que las ocho familias no se separen".
"El Ayuntamiento parece ser que les había ofrecido que los varones fueran al albergue Madre de Dios a dormir, durante el día a la calle, y las mujeres se fueran al Centro de Acogida Mujeres y Familias Ocrem con los niños", ha comentado la concejal.
Según Cabrerizo, estas familias "no se han fiado" de la propuesta del Área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Granada, "no lo han tenido del claro, y finalmente han decidido realojarse con familiares".