La Oficina de gestión de alojamientos de la UGR, un punto de encuentro en la jungla del mercado

Un nuevo curso arranca este lunes en la Universidad de Granada. Para cualquiera de sus estudiantes, que volverán a llenar la ciudad, el acceso a un piso es algo tan necesario como peliagudo. El auge de los precios y de la vivienda turística han convertido el mercado de los alquileres en una jungla en la que los alumnos tienen que desenvolverse con soltura. Como punto de encuentro entre los demandantes y los ofertantes existe la Oficina de gestión de alojamientos de la UGR, un portal que ejerce como un facilitador dentro de este apartado. La gran novedad de este año académico es el sello de calidad, un certificado que vela porque los pisos ofertados en esta web tengan las condiciones adecuadas.

Ana Cruz, directora del Secretariado de Becas y Servicios a Estudiantes de la UGR, explica que todo comienza con una visita en la que se comprueba que el piso "existe y está en buenas condiciones". Parece demasiado obvio, pero nunca se debe pensar así dentro de Internet. Los ofertantes deben entregar documentación como el certificado energético, escritura, justificante del pago del IBI. Posteriormente, deben acreditar que el apartamento que se ofrece cumple con requisitos indispensables como una higiene mínima. La minuciosidad de la oficina para entregar el deseado sello de calidad es más que necesaria, pues sus propios integrantes han tenido ya tiempo suficiente para conocer casos negativos. Hasta la fecha, se han otorgado ya diez sellos.

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"Queremos garantizar al estudiante que el piso está bien y a los propietarios que las personas que van a ir son estudiantes nuestros", manifiesta Ana Cruz. La temática de los alquileres también tiene el prisma de los ofertantes. Algunos de estos han llegado a sufrir engaños de personas que dicen ser estudiantes sin serlo. Este portal es una vía de acercamiento entre las partes que también aporta seguridad.

"Los propietarios están encantados"

La responsable relata "los propietarios están encantados". Asimismo, señala también que es consciente de la falta de pisos. Ana Cruz destaca que los estudiantes tienen a su disposición un servicio de asesoramiento, una posibilidad que ayuda a eliminar inquietudes. La docente espera que la satisfacción generada atraiga más pisos que ofrecer a los demandantes, pues asegura que los datos de la web revelan que "mucha gente" entra a consultarla. Las personas que no tienen una relación fluida con la tecnología tienen la opción de visitar la sede física de la oficina, donde pueden encontrar apoyo por parte de su personal. Esta se encuentra en el Espacio V Centenario UGR.

Dentro del mercado de la vivienda en la comunidad universitaria, las residencias juegan un papel fundamental. El incremento de estos alojamientos es una tendencia notable desde hace tiempo. Algunas de ellas han facilitado a la Oficina de gestión de alojamientos "algunas plazas bonificadas para los estudiantes que tengan menos recursos". Otra recién llegada a la ciudad ha dado "dos plazas gratuitas como labor social", destaca Ana Cruz, quien entiende que el "mercado del alojamiento del estudiante está cambiando un poco". La meta de este servicio de la UGR no es otra que intentar que los quebraderos de cabeza de sus estudiantes estén en las aulas y no en sus pisos.