Cultura, pre-supuestos
No es la primera vez que escribo en esta columna sobre la grave situación que atraviesa la cultura, o mejor dicho el peligro de extinción del sector cultural y sus profesionales, cuyas actividades están abocadas a la ruina cuando no a la desaparición. Lo que sabemos es que la crisis sanitaria y social derivada de ella ha venido a empeorar una crisis que vienen sufriendo los profesionales de la cultura desde hace mucho tiempo y que requiere de acciones decididas y consensuadas de las administraciones, con presupuesto, claro.
Hoy, sin embargo, voy a hablar de la cultura como competencia de la administración, como derecho de la ciudadanía recogido en la Constitución en su art. 44, como servicio público que deben garantizar los poderes públicos. En el estado autonómico es a la Junta de Andalucía a la que le corresponde ejercer esas competencias, planificarlas, dotarlas de impulso y presupuestos. Es por ello que en tiempos de aprobación de presupuestos por parte del gobierno de derechas de Andalucía conviene mirar que prioridades y proyectos han consignado en los mismos.
Aunque hoy no me voy a detener en ello, no puedo pasar por alto el golpe bajo dado a las organizaciones de mujeres que vienen trabajando en la promoción de la igualdad y la prevención de la violencia de género, cuyos presupuestos han sido recortados hasta su desaparición por mor de una exigencia de VOX al PP, que muestra el compromiso del actual Gobierno andaluz con las normas internacionales y los derechos humanos.
Voy a seguir con la cultura que tan vital es para la identidad y el desarrollo económico de Granada y el tratamiento que tiene en el proyecto de presupuestos para el ejercicio 2021.
Lo que más llama la atención es la desaparición de los fondos destinados a la construcción de la Biblioteca de Andalucía, proyecto pendiente desde hace muchos años y ubicado “provisionalmente“ en la Biblioteca Provincial, que en el año 2019 se retomó con un asignación presupuestaria de 5 millones de euros, de fondo europeos por cierto, que ahora han desaparecido, para ser exactos existe una consignación de 1.000 euros, y con ellos la propuesta de ubicación por parte del Ayuntamiento, aunque el proyecto estaba previsto iniciarse en 2020 y finalizar en 2024.
La Orquesta Ciudad de Granada es otra institución cultural cuyas necesidades no son atendidas debidamente por los presupuestos, conociendo las dificultades económicas de la OCG, en el pasado ejercicio se aprobó una aportación extraordinaria de 200.000 euros que también han desaparecido.
Desde el Grupo Parlamentario Socialista en el Parlamento Andaluz se han presentados enmiendas para corregir esos déficits presupuestarios y para conseguir dotación que los pueda hacer viables. Así se han presentado distintas enmiendas: de 5 millones de euros para la Biblioteca de Andalucía, de 250 mil euros para el Consorcio Granada para la Música y 850.000 para la recuperación de los Baños Hernando de Zafra ubicados en la Calle Elvira de nuestra ciudad y un joya de nuestro patrimonio cultural.
Se discute sobre si los presupuestos son ideológicos, suele ser la derecha la que defiende la supuesta neutralidad de los números, mientras es una obviedad analizar que detrás de la distribución de los recursos se eligen unas opciones sobre otras y con ellas se evidencian las prioridades y los objetivos políticos de quienes los proponen.
No sé si la política cultural de la Junta es fruto de la dejadez o de la ignorancia, me temo que es el resultado de la mezcla de las dos cosas, les recuerdo que hace pocos días la Consejera de Cultura de la Junta se prestó a “cantar” en directo en un programa de máxima audiencia de la TV pública andaluza una copla cuya letra es una loa machista.¿Tendrá algo que ver eso con la cultura?
