Evaluación sobre el desempeño político
Las pruebas de desempeño que se les va a exigir a los funcionarios para que se incentive su motivación y productividad, y que podría llevarle aparejada la pérdida de su puesto si no las superan es una medida quizá desproporcionada aunque siempre se ha dicho que sacar unas oposiciones no debería significar que si no se cumple con una idoneidad sea para toda la vida.
Siempre se podrían aplicar medidas correctoras y exigir que se cumpla con la responsabilidad requerida para el cargo. Pero por la misma regla de tres debería exigírsele a los políticos que cuando mientan o no cumplan las promesas para mejorar los servicios públicos, se le debería exigir un mínimo igual que a los funcionarios porque las únicas pruebas que deben superar son acometer y cumplir lo que dicen. Sin tener que esperar a que puedan ejercer su cargo en función de que sean elegidos. Asimismo la situación de los funcionarios será cuanto menos enigmática en cuanto a certidumbre se refiere pero el cambio será paulatino si es que se aplica porque también se desmiente y si es que se quiere que sea propedéutico respecto a la función laboral de este tipo de trabajadores públicos.
En consonancia con el objetivo y medidas del Real Decreto- ley del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado por el Gobierno para modernizar y fortalecer el funcionamiento de la Administración. Es obvio que se pretende mejorar la gestión de los recursos humanos y garantizar una mayor transparencia en los procesos de selección; pero en este mismo sentido y en la misma línea para mejorar la gestión técnica habría que tener en cuenta que la gestión ejecutiva de los gobernantes para un buen desempeño de su función y dedicación pública debe servir como una estrategia para mejorar la transparencia y rendición de cuentas. Así pues la evaluación en ambos sectores permitiría mejorar y agilizar el rendimiento laboral y desempeño técnico-político.
Si de lo que se trata es de motivar y potenciar la contribución, dedicación y compromiso con el servicio público es de recibo que se implemente no sólo para los funcionarios sino también para los responsables gobernantes públicos, en el que se valore más el mérito y la competencia. De modo que si no se cumple que se ponga su labor en entredicho. Juzguen ustedes y feliz año, estimados lectores.