El éxito se reduce a una palabra: Escuchar (con los cinco sentidos)

Prefiero esas personas que mantienen la empatía, esas que no se olvidan de cuando empezaron y se acuerdan de lo que entonces pensaban de los de arriba

IMG_3926
Lo que diferencia el concepto 'escuchar' de 'oír' es la capacidad de prestar atención
Avatar for Joan Carles March
0

Cuando hablamos de humanizar la gestión y el liderazgo, es necesario pensar en PALABRAS que ayuden a tener en cuenta que ponerle alma, corazón y vida a los proyectos permite humanizarlos. Y todo ello, porque la técnica sin alma sirve de poco.

Ante esta visión, es importante trabajar desde la perspectiva de utilizar ese conjunto de palabras como son comunicación, respeto, empatía, motivación, ESCUCHA activa, formación, honestidad, toma de decisiones, adaptación al cambio y coherencia, junto a otras palabras con h, para que nos ayuden a que la humanización sea una clave en el cambio. Todas estas palabras son importantes, y entre todas ellas, elijo la palabra ESCUCHA.

La generación de vínculos donde el profesional se sienta escuchado y para que se sienta partícipe es clave para avanzar. Preguntar al equipo y escuchar lo que dicen son aspectos básicos. Es importante escuchar y actuar a partir de tomar nota.

Hay personas que no han aprendido a escuchar. Es típico de estas personas que se cuelgan medallas que no son suyas, incumplen lo prometido o no reconocen un buen trabajo. No hay nada más decepcionante que un responsable, que no sabe estar a la altura de las circunstancias en un momento delicado.

Y lo que necesitamos es GENTE MÁGICA, gente que escucha, gente que sabe escuchar y tiene paciencia: Son esa gente que son grandes depositarios de secretos y siempre tienen la frase ideal para el consuelo o para devolver la sonrisa a quien la necesita.

Necesitamos gente que aprenda a escuchar, gente que sepa leer entre líneas, gente que sepa pedir disculpas y rectificar si es necesario, gente que sepa rodearse de personas de confianza con la que uno puede desahogarse en un momento determinado, personas a quienes uno puede pedir consejo y que te den su punto de vista.

Liderar es escuchar con empatía. Personalmente prefiero esas personas que mantienen la empatía, esas que no se olvidan de cuando empezaron y se acuerdan de lo que entonces ellos pensaban de los de arriba. Me gustan esas personas que saben el esfuerzo que exigen porqué antes lo han experimentado desde abajo. También me gustan esos responsables que contienen sus egos y ceden el paso. Los que respetan sin escalafón. Los que lo piden todo por favor y dan las gracias. Esos que escuchan. Porque más allá de la confianza, hace falta empatía hacía los/as compañeros/as. Esta habilidad supone conocer al otro y ponerse en sus zapatos, desde la cercanía. Cuando se alcanza ese nivel se consigue un carácter como equipo. Las miradas mágicas de estas personas nos hacen ver que entienden qué es la empatía. Esa mirada que ESCUCHA.

Es que de esta gente que consigue el éxito, es gente que tiene magia y no apaga la de los demás, gente que su mirada es nítida y limpia, transmite dulzura y sensatez, gente que a veces acaricia con la mirada para demostrar complicidad con la persona que lo necesita, gente honesta y con valores a prueba de fuego. Son esas personas que detestan la mentira, se indignan ante las trampas y la corrupción y luchan con los débiles por sus derechos y por hacerlos respetar, gente que tiene una capacidad de entrega y desprendimiento extraordinaria.

Y es que la gente que escucha tiene magia. Las personas que tienen magia son aquellas personas que nos abrazan y nos reinician, nos ayudan a cantar y sentir, a volar y brillar y a cargar y descargar la mochila. Y más cosas sin duda. Las personas con magia son auténticas y no buscan caer bien. Son personas de corazón humilde. Se presentan como personas empáticas y procuran contagiar su entusiasmo a todos los que los rodean. Ellas, estas personas con magia con las que compartimos muchas cosas, nos dan mucho y nos ayudan en todo y más, porque ESCUCHAN.

Estas personas que escuchan son personas que disponen de esa luz propia que reconforta e ilusiona. Son esas perdonad que necesitamos porque escuchan con los cinco sentidos.