“Falacias”
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No se lo crean, desde ahora mismo se lo digo y se lo pido así, enérgicamente, no se lo crean.
Tenía en mente presentarles otro artículo con diferente temática, mucho más agradable y simpática. Pero mi grado de indignación, ahora mismo, es mayúsculo. Acabo de regresar de hacer unas compras y estoy bastante indignado.
Voy a exponerles directamente el motivo de ello y a buen seguro que muchos de ustedes compartirán conmigo ese enojo que, en mi caso, más que enojo raya casi la ira.
Les pido que no comulguen con lo que dicen, se escriba o se divulgue en los diferentes medios de comunicación referente a esa descabellada y descomunal subida del IPC y de los precios. Ese aumento nos tiene, a la gran mayoría, asfixiados y con las piernas temblorosas cuando vamos al supermercado o a la tienda de la esquina de nuestro amigo el carnicero o nuestra vecina la frutera.
¿Por qué les pido que no comulguen con esos informativos? Pues porque son benévolos con el poder de turno. Porque se limitan a darnos los datos de la subida de los precios como si de algo “normal” se tratase. Porque no son críticos ni censuran el trabajo de nuestros gobernantes. Y ya que ellos no lo hacen (por regla general), al menos que no nos tomen por tontos.
Deberíamos hacerlo nosotros, la sociedad en general. Tendríamos que ser nosotros los que tuviésemos ese sentido crítico y dejar a un lado esa abnegación y resignación, ese aletargamiento veraniego con el que tanto disfrutan nuestros gobernantes, al vernos instalados en él. Así son ellos.
Ustedes me sabrán disculpar, pero ya se cansa uno de oír eso de que si la invasión rusa por parte de Putin es la responsable de la subida de precios, de que si Ucrania es el granero de Europa, etc. etc.
Y no estoy diciendo que eso no tenga algo que ver. La desestabilización de los mercados y de la economía debido a guerras, conflictos o a veces simplemente rumores de posibles futuras desavenencias entre países vecinos, puede hacer tambalearse las bolsas de medio mundo.
Pero, ¡oiga!, como decía un antiguo conocido: “Hay tontos que nacen tontos y tontos que tontos son y hay otros tontos que quieren hacer tontos a los que tontos no son.”
Y en eso están algunos de los gobernantes y medios de comunicación, en querernos tomar por idiotas.
Todo eso de la subida de los precios y del IPC por culpa de Putin y las eléctricas está muy bien pero, discúlpenme los mandatarios, ya no cuela. Y el que se lo quiera tragar, allá él o ella.
Uno no es economista ni especialista en la materia, ni pretende serlo, y seguramente esto que les estoy diciendo les podría sonar a banal, a poco profundo. Pero es que no soy yo ni ustedes los que tenemos que darle solución a esta situación. Deben de ser ellos, los que nos des-gobiernan y sus decenas de grupos de asesores y asesoras, los que nos tienen que sacar de este atolladero.
Tampoco me vale eso de que el resto de Europa está igual, de que no es un problema exclusivamente de España. Esa moto estropeada, con todos mis respetos, se la venden ustedes a otro.
Por favor, señores y señoras políticos, cuando quieran compararnos con Europa, no lo hagan cuando la situación esté en balance negativo y cuando a ustedes les interese. Compárennos en salarios, equipárennos en servicios públicos ofrecidos por otros países europeos, miren la calidad de la educación de otros estados con respecto a la nuestra. ¿Por qué no dicen que los sueldos en España son de los más bajos de Europa? Y eso no se arregla con el “maquillaje” de una subida del salario mínimo interprofesional.
Tengo la costumbre (por otro lado me gusta, es como tomarle el pulso un poco al día a día) de realizar las compras de casa, y es una auténtica locura. Les voy a poner solo algunos ejemplos de grandes superficies, pocos, para no aburrirles.
El Supermercado Dani, del que dicen los estudios de las asociaciones de consumidores, es uno de los más baratos de España (y seguramente lo sea), ha subido, por ponerles algún ejemplo al azar, las galletas de desayuno (esas que llamamos María Dorada) de su marca blanca, un 35%, las saladas de aperitivo otro 30%, los geles de baño en general, un 15%, y así podríamos rellenar hasta varias páginas.
Pero agárrense a Mercadona, en mi opinión el más caro con diferencia. Supera ya en subida de precios claramente a otros que ostentaban en muchos productos dicho “honor”.
Mantequillas, aceites, vinos (buenos y menos buenos), leche, chocolates, conservas, productos frescos de carnicería o pescadería o envasados, todo, en general, se ha disparado de tal manera que hacer una mínima compra ya supone casi un salto o acto de fe, creyendo y aceptando algo intangible o improbable pero con evidencia empírica, el `estocachio´ o estocada al bolsillo.
He visto como, en el Lid, una mantequilla con sal, de su marca (y esto se lo digo en primera persona pues la compro habitualmente) ha pasado de costar 1´49 € a 2´19 €, y ello en el plazo de un solo mes. Por si no lo han calculado ya se lo calculo yo, un 47 % más caro.
En esta ocasión no me pude reprimir y pregunté por el encargado o encargada de tienda. Al hablar con él, muy amable por cierto, me explicó lo que le habían dicho previamente que tenía que decir: “que ha subido todo una barbaridad”. Eso sí, me lo soltó con cara de resignación, diciéndome:
-Yo por mí no lo hubiera subido pero la tienda no es mía, y es que ha subido todo mucho –encogiéndose de hombros.
Gracias por aclararme este punto caballero, si no llega a ser por esa puntualización ni me habría percatado de ello.
De otros Hipermercados que vienen del país desde nos venden la electricidad ni les hablo. A esos solo se pueden acercar, como los toreros a los toros, los valientes y pudientes.
En fin, qué quieren que les diga. Falacias, muchas falacias nos cuentan y nos venden.
Al final, a mí la única sensación que me da todo esto y que se me queda dentro, es que alguien se está enriqueciendo, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, a costa de los de siempre. Se lo están llevando sin miramiento y a manos llenas.
En otras palabras, se están quedando con las ganancias de todo este revuelo, mientras nosotros somos meros espectadores atónitos.
Y nuestros gobernantes haciendo como que se preocupan por nuestro bienestar pero importándoles, usted y yo, un bledo,
¡A mí que me registren!
Comentarios
6 comentarios en ““Falacias””
Daniela
26 de mayo de 2022 at 22:18
Excelente artículo, tal y como nos tiene acostumbrados. Es una pena que retrate la pura realidad. La ciudadanía aletargada y los políticos a lo suyo, que por desgracia, no es el bien común, que es lo que debería ser la política.
Deseando que llegue el siguiente.
El autor
27 de mayo de 2022 at 23:12
Muchas gracias Daniela
José Luis Jiménez
26 de mayo de 2022 at 22:37
Me maravillas!!!! Juan Carlos.!!!!
Lástima que este tipo de artículo no lo lean aquellos que realmente deberían de hacerlo, es que realmente se lo deberían de hacer de mirar!!!!
C.H.A.P.E.A.U.!!!
Go ahead!!!!!
El autor
27 de mayo de 2022 at 23:14
Dudo mucho que, aunque lo leyeran los que deberían de hacerlo como usted dice, se inmutarán lo más mínimo. Lo de ellos no es precisamente la sensibilidad para con la gente y el pueblo. Muy agradecido por su comentario como siempre.
FRANCISCO
27 de mayo de 2022 at 12:26
Olé,ole y ole
Brujita
29 de mayo de 2022 at 21:06
Da escalofrío la realidad!!!...... 😡😡
Los universitarios que eran los que le sacaban los colores a los gobiernos ahora están en las redes sociales exiviendo sus mejores galas y sonrisas!!.... que ojalá y puedan seguir así muchos años!!.... ya veremos 🤔🤔
Yo, con mis casi 70...años ya pocas ganas me quedan!!.... pero tengo la impresión que todo lo que conseguimos y fue mucho!! ... fue a base de lucha!!!(pacífica pero persistente) ....... veremos en qué ayudan las redes y youtuver de hoy!!!!.... en ellos está ahora la patata caliente!!!
Sigue escribiendo y abriendo los ojos!! ... no habría playas si no hubiese habido un primer granito de arena!!!!