¿Cómo callar a quien habla demasiado?

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Flor Lafuente apunta unas pautas a seguir para evitar situaciones incómodas con personas que no dejan de hablar | Foto: Remitida
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Seguramente te ha pasado: alguien te pregunta qué tal estás y, sin dejarte abrir la boca, comienza a contarte acerca de sí mismo o de sus vacaciones, como si cada anécdota fuera para ti tan fascinante como para él.

Saber escuchar es una habilidad que todos deberíamos cultivar y, tal vez, una situación como la que describo pueda ser una buena forma de practicar la escucha activa, hacer preguntas y alentar al otro a que continúe con su conferencia.

Sin embargo, es más probable que lo único que ganes sea un ataque de ansiedad.

¿Qué hacer, entonces, cuando una persona, con total ensimismamiento y narcisismo, te machaca con historias (¡o fotos!) que, por supuesto, solo son buenas para ella?

No hay mucho secreto en esto. Solo se trata de ser asertivos, con gestos y palabras.

  1. Por empezar, usa tu cuerpo para sembrar distancia. Recoge tus cosas, ponte la chaqueta, mueve los pies y deja de mirar al otro de frente. Orienta tus piernas hacia afuera, con un movimiento que anuncie que debes irte.
  2. Interrumpe. Pero no lo hagas con temor, diciendo algo como, «¿Puedo interrumpirte?». La otra persona podría responderte, «Espera que acabo con la idea». Debes ser categórico y decir: «Déjame interrumpirte; tengo que marchar ahora mismo porque (pon la excusa que quieras). Ya nos vemos luego, disculpa».
  3. Y te retiras a paso rápido sin hacer más comentarios ni volver la vista atrás (hay quienes seguirán hablando mientras caminas).

Quizá, todos seamos culpables de haber hablado de más alguna vez, de habernos sentido más interesantes que los demás. Que esto nos sirva de aprendizaje para que, en la próxima conversación, podamos reservarnos los detalles no solicitados de nuestras andanzas y aventuras.