¿Conoces el método 'Benjamin Franklin'?
Desarrolla una virtud por semana
De joven, el político e inventor estadounidense Benjamin Franklin se propuso desarrollar 13 virtudes que consideraba fundamentales para convertirse en el hombre que quería ser. Estas eran: templanza, silencio, orden, determinación, frugalidad, diligencia, sinceridad, justicia, moderación, limpieza, tranquilidad, castidad y humildad.
Disciplinado y gran estratega, Franklin era también una persona muy sociable y afectuosa, con cientos de amigos de uno y otro lado del océano. Siempre motivado por mejorar y ayudar a los demás, trazó un plan simple que él consideraba fundamental para convertirse en el hombre de acción que quería ser.
El plan fue el siguiente:
1. Para cada virtud que deseaba desarrollar escribió ejemplos del tipo de pensamientos, emociones y acciones relacionadas que debería encarnar.
2. Dividió las 13 virtudes en 13 semanas y comenzó a practicarlas a razón de una por semana poniendo el foco en cultivar los pensamientos, emociones y acciones que había identificado en el paso 1 para esa virtud.
3. Después de 13 semanas repetía la ronda y volvía a comenzar la práctica con la primera. A fin de año había completado el ciclo cuatro veces.
4. Cuando acababa el día se sentaba a repasar su comportamiento. ¿He practicado? ¿He inspirado a otros? ¿Con qué obstáculos me he encontrado? ¿Cómo puedo hacerlo mejor la siguiente vez?
Desarrollar 13 virtudes tal vez es demasiado. Mi sugerencia es elegir tres y practicar cada una durante un mes o hasta que notes que los comportamientos, emociones y pensamientos asociados se vuelven más naturales en ti, más automáticos. En ese punto habrás desarrollado el hábito, la virtud ya será parte de ti.
TIP
Para inspirarte a la hora de identificar actitudes y emociones relacionados con cada virtud piensa en modelos de la vida real o de la ficción que te ayuden a entender qué cosas definen a las personas con las virtudes que tú quieres desarrollar. Haz una lista. ¿Cómo se comporta esa persona? ¿Qué palabras usa, de qué cosas habla? ¿Cómo trata a los demás? ¿Es buena oyente? ¿Es cálida? ¿Es auténtica? ¿Qué preguntas hace?
Luego establece momentos del día en que lo pondrás en práctica; por ejemplo, reuniones de trabajo, con amigos, con la familia. Prográmate una alarma en tu móvil.
Y recuerda, como decía la gran educadora americana Marva Collins: “Cada día prepárate para ser lo mejor que puedas ser. Y cuando regreses a casa, prepárate para ser lo mejor que crees que puedes ser mañana”.