Échate unas risas
No hay nada que nos active más que el ejercicio físico y unas buenas risas. A nivel mental y corporal.
Por eso amamos a las personas que nos hacen reír. Quien ríe y hace reír es un entusiasta. Siempre encuentra motivos de juego y diversión. No se rinde, no se deja voltear, no se toma las cosas tan en serio y, sobre todo, no se toma en serio a sí mismo.
El humor nos salva.
- Nos hace resilientes y creativos.
- Nos ayuda a evaluar la realidad y encontrar nuevos sentidos a las cosas, especialmente a los tropiezos y la adversidad.
- El humor nos ofrece consuelo, nos ayuda a aceptar nuestros defectos y le quita solemnidad a la vida.
En el campo de la psicología positiva el humor es considerado una fortaleza del carácter. Cuando los psicólogos Martin Seligman y Christopher Peterson se propusieron estudiar las fortalezas y virtudes humanas reunieron un equipo de más de 50 científicos para investigar, por un lado, todas las culturas existentes y conocidas del mundo con el fin de detectar patrones de fortalezas.
Y, por el otro, estudiaron a las civilizaciones que más hincapié han hecho en la historia en la práctica de las virtudes como motores del desarrollo humano. Entre otras, a los antiguos griegos, el confucianismo y el budismo.
Luego de casi una década de investigaciones detectaron 24 fortalezas del carácter vinculadas a 6 virtudes. El humor es una de estas fortalezas y está conectada con la virtud de la trascendencia, con un nivel de percepción y conciencia superiores.
Desde el punto de vista de una fortaleza, el humor es generoso: usado en equilibrio da placer y felicidad a otros. Es también un conector social: nos ayuda a forjar mejores relaciones, más constructivas y de calidad. Pero, además, desde el costado fisiológico, cuando nos reímos aumentamos la ingesta de oxígeno, estimulamos el corazón, los pulmones y los músculos, y el cerebro genera endorfinas.
¿Por qué no traer más humor a tu vida? ¿Por qué no juntarte más con personas que te hacen reír? El humor es contagioso, pero además se puede aprender.
Prueba esta semana con este ejercicio: “Tres cosas graciosas”, del psicólogo Ryan Niemic.
- Propósito: incrementar el humor o mejorar una relación social.
- Actividad: al final del día reflexiona sobre las cosas más graciosas que experimentaste durante la jornada.
- Escribe acerca de ellas y explica por qué ocurrieron. Describe tus emociones e intenta evocarlas en tu interior. De este modo comenzarás a crear una nueva conexión neuronal.
- Haz este ejercicio cada día durante una semana.
TIP: escribe sobre los detalles de cada situación, menciona a las personas que estuvieron involucradas, lo que dijo cada una, los gestos que hicieron y describe el ambiente y la circunstancias en las que estabas. Esto marcará la diferencia.
Finalmente encuentra una serie de humor que te guste y hazte priming: antes de salir de tu casa o cuando lo necesites mira un capítulo. Mis preferidos son Seinfeld, los Monty Python y The Big Bang Theory. ¿Cuáles son las tuyas?