¿Necesitas aliento? ¡Consíguete una hinchada!
Todos necesitamos personas que nos apoyen incondicionalmente. ¿Qué sería de los deportistas sin sus seguidores incondicionales que los alientan y apoyan? Y no solo sin ellos: los deportistas suelen moverse con un círculo cercano de amigos y familiares que los acompañan a donde van, y cuya contención los protege de las críticas de aquellos que los quieren derribar. El concepto de las porristas, por ejemplo, nació en Estados Unidos hace más de 130 años con el único objetivo de animar al público para que alentara a sus equipos favoritos.
El mundo está lleno de desafíos; todos necesitamos apoyarnos en personas que sean incondicionales y nos animen cuando las cosas van bien y cuando van mal también.
¿Por qué no identificar a tus porristas favoritos y conectarte más con ellos? Empieza por tu círculo cercano. El gran pediatra y psicoanalista inglés Donald Winnicott descubrió que los niños que construyen castillos de arena en la playa a menos de 50 metros de distancia de sus madres son más creativos. ¿Por qué? Porque una madre siempre está orgullosa de nuestro castillo. Del mismo modo, tener un círculo cercano de hinchas orgullosos e incondicionales te dará más seguridad para crear con libertad y para equivocarte sin miedo.
Pero no hace falta que los tengas a 50 metros de distancia. Dice el psicólogo Tal Ben- Shahar que con solo imaginar que están allí y recordar cómo te alientan cuando les cuentas tus hazañas ya te da tranquilidad. “Si tenemos en nuestra mente a esas personas incondicionales, las cosas que nos dicen y cómo nos apoyan, ser nuestra mejor versión será más fácil si lo intentamos pensando en ellos.”
Por lo tanto, si ahora mismo no tienes un hincha incondicional, intenta traer a alguien a la conciencia. Visualiza o imagina a esa persona que te ha apoyado o que te apoya y no está cerca, que te dice las palabras que sabes te diría en esta ocasión. Fantasea con la situación, escucha lo que necesitas que te diga. Para el cerebro será igual si esa persona está o no realmente contigo, ya que no distingue entre realidad o ficción. Lo que le dices es lo que cree.
¿Quién es la persona que cumple el rol perfecto de porrista en tu vida? ¿Quién te apoya y levanta el ánimo cuando más lo necesitas? Tal vez es alguien a quien apenas conoces, que se toma el tiempo de apreciarte, de prestarte atención, que con su generosidad te consuela. Y también tú puedes ser hincha de alguien que lo necesita. Hazte disponible, dedica tiempo a escuchar a quien te habla de las cosas que lo entusiasman, que ama hacer. Preocúpate por conocer sus sueños, pregúntale qué espera de la vida o si necesita un hombro en que apoyarse.
Cuando apreciamos a otros movemos energía positiva y atraemos lo mismo para nosotros. Inténtalo hoy.