Por favor, no hacer más daño. Gracias
'Ante todo, no hagas daño'. Así titulaba el artículo la gran Rosa Montero en El País Semanal. Así titulaba su libro Henry Marsh.
Rosa Montero basa su artículo en otro libro: 'Mi jefe es un psicópata' de Iñaki Piñuel. Con un subtítulo que dice así: Por qué la gente normal se vuelve perversa al alcanzar el poder. 'Mi jefe es un psicópata' es un libro en el que analiza el funcionamiento típico de los psicópatas integrados en las organizaciones, sus métodos, estrategias y modus operandi.
Camuflados bajo un aspecto encantador y un halo de falsa eficiencia, una nueva raza de psicópatas integrados están alcanzando el poder en las organizaciones. Dotados de un narcisismo extremo y de una formidable capacidad de manipular a los demás de mil maneras para conseguir sus fines, son capaces de usar a la gente sin hacerse el más mínimo problema de conciencia, destruyendo a todos a su paso. En 'Mi jefe es un psicópata' se describen las circunstancias bajo las cuales las personas normales pueden psicopatizarse de forma insidiosa. También ofrece claves esenciales para detectar, confrontar y contener a los jefes psicópatas y así evitar caer víctimas de sus procesos destructivos. Además, incluye una reflexión sobre los psicópatas en tiempos de pandemia, unas circunstancias que amplían aún más si cabe este peligro.
Y explica que es curioso la cantidad de individuos incapaces de sentir empatía y que utilizan al prójimo para su propio provecho. Y dice que los malos son malos sin distinción de sexos.
Y añade que como bien dice Piñuel, en realidad los psicópatas suelen ser gente inteligente, seductora, brillante, a menudo con éxito social, con un don para manipular a los demás, para el engaño y para fingir emociones. De ahí, comenta, que sean tan peligrosos: confunden, embelesan, envenenan y destruyen. Y apunta también que el entorno, dice Piñuel, puede crear psicópatas, que no solo nacen, sino que también se hacen, y que la deshumanización que a menudo conlleva el poder termina embotando la empatía.
Un millón de personas son así dice Rosa Montero según las estadísticas que plantea Iñaki Piñuel en el libro. Y ante ello, apunta aspectos a seguir con los que coincido 190% con Rosa Montero: "No seguirles el juego. No mirar para otro lado cuando están esclavizando a alguien. No ser cómodos. No ser cobardes. No tener complicidad con la maldad. Ahora y siempre".
Eso es lo que he intentado a lo largo de mi vida profesional. No seguir el juego a quien hace daño o se comporta de forma equivocada en el trabajo. Lo he dicho y puesto encima de la mesa. Y sigo haciéndolo. Me puede costar caro. Pero creo que lo importante es tener claro que has hecho lo que pensabas que tenías que hacer.
Y aunque el perfil del psicópata que identifico no se corresponde con mi realidad, es verdad que ante ellos/as NO podemos ser cobardes. Tenemos que actuar.