Pasión

Vaya por delante que no soy muy “semanasantero”, pero es indudable que el que vuelvan las procesiones de Semana Santa a las calles de Granada después de tres años, es una muy buena noticia para toda la ciudad. Uno de los grandes símbolos de la misma, el Granada CF, parecía hacer un guiño a la señalada semana abriendo la jornada de Liga en Sevilla –ciudad procesional por antonomasia- en viernes de Dolores. Y que nadie se moleste, pero vaya dolor de partido. O mejor dicho de descuento. No puedes encajar dos goles en el tramo final si pretendes salvarte de la crucifixión liguera.

Dos días antes se presentó el libro del 90 aniversario del club (y aquí aprovecho para agradecer a Gerardo Morales, jefe del área social del Granada CF, su invitación a la presentación y, sobre todo, que diera cabida a este humilde juntaletras entre sus páginas). Lo hizo en el día que cumplía 91 años y, por tanto, cuando dejaba de tener 90. No sé si fue motivo de una orquestada y sublime planificación o, por el contrario, de una dolorosa y grave dejación por parte de la alta dirección del club, que, por cierto, no se dejó ver por el emotivo acto, todo sea dicho. Pero a lo que voy. Si hubo una palabra que se repitió durante la gala, esa fue la de pasión. Gerardo Morales la pronunció una docena de veces y Pepe Macanás, al que solo le faltó sacar una sábana para secar sus sentidas lágrimas, como el mismo dijo en su intervención, la teatralizó.

El siguiente partido es el domingo de Resurrección. Esperemos que sea el Granada y no el Levante, también necesitado, el que resucite clasificatoriamente hablando. Sentimentalmente está más vivo que nunca. El ahínco de Gerardo, las lágrimas de Pepe y las más de 400 páginas del libro, dan fe de ello. Mientras tanto, deseo que disfruten de estos siete días más de pasión. Sea uno semanasantero o no, que el Covid-19 permita retomar esta tradición ya es motivo de celebración.