Otro turismo es posible
Paseando por nuestras calles podemos ver como la pandemia ha tenido un fuerte impacto en la ciudad, en algunas zonas del centro el panorama es desolador, numerosos locales han abandonado su actividad y han cerrado sus puertas. Además de la repercusión en la economía y en el empleo, que son los que están acusando los primeros golpes, personas que ahora están en ERTES, comercios cerrados, locales vacíos, esa es la situación que estamos viviendo. Todo esto nos afecta directamente, impacta en nuestras vidas: hemos perdido a personas queridas, hemos vivido de cerca la enfermedad, tenemos miedo, nos sentimos vulnerables, muchas personas han perdido su empleo, están disminuyendo nuestros recursos, ha caído el consumo y hasta estamos cambiando nuestros usos horarios. La ciudad que vivimos se está modificando, nuestra ciudad es otra, no hay turistas, ya no nos visitan. En esta situación de grave crisis parece oportuno reflexionar y pensar cómo será el futuro inmediato, sería conveniente, incluso ir un poco más allá en el tiempo.
¿Podría Granada repensar su modelo de desarrollo? ¿Es el turismo la principal actividad económica que debemos intentar mantener? ¿Podemos pensar otra forma de explotación turística de nuestra ciudad?
Hace tres o cuatro años en una visita a Venecia, en el momento de menos actividad turística de todo el año, la semana inmediatamente posterior al Carnaval , asistí personalmente al rechazo de los habitantes de la ciudad a los visitantes, me impactó ese incidente de turismofobia que no me esperaba, aunque ya lo había vivido desde hace años cuando iba a Barcelona y las personas que conoces de allí evitan ciertas zonas de la ciudad que ya no reconocen como suyas , que sienten que están ocupadas por los turistas. Yo misma he notado que en Granada, de forma más o menos consciente, desde hacía tiempo había lugares a los que no iba, o para hablar con sinceridad, sólo vas allí cuando se los tienes que enseñar a amigos o conocidos que nos visitan. Ahora no es raro, cuando hablamos entre nosotros, decir que una de las cosas buenas de la pandemia es que hemos recuperado el disfrute de nuestra bella ciudad. Muchos de nosotros en este aciago año hemos ido a la Alhambra o hemos paseado por el Albaicín, y cuando lo hemos hecho, hemos tomado conciencia de que hacía tiempo que ya no disfrutábamos de esos lugares. La sobre explotación turística acarrea graves problemas en las ciudades se interrumpe el descanso de los vecinos en algunas zonas, suben de forma desorbitada los alquileres, la artesanía local desaparece en manos de la producción en cadena, el comercio local y especializado se transforma en franquicias, los centros históricos de las ciudades se vacían y los residentes abandonan la ciudad que, poco a poco, se convierte en un decorado que a veces no salva ni la gentrificación.
Las capacidades de Granada son tantas que, con una adecuada planificación, estaría en condiciones de ofrecer una oferta turística singular basada en criterios de responsabilidad social y ambiental, equilibrada y sostenible inspirada en su principal fortaleza que es el patrimonio cultural.
En el año 2018, mediante un proceso participativo entre vecinos, universidad, empresariado, sindicatos y todos los grupos políticos municipales, se elaboró por parte del gobierno socialista de la ciudad un Plan Turístico de Grandes Ciudades Granada 2018-2022, en el que se eligieron y diseñaron 18 proyectos estratégicos para optimizar ese modelo que es necesario repensar vinculados al equilibrio territorial entre el Centro Histórico y los barrios , a la candidatura de capitalidad cultural europea 2031 o a la figura de Lorca. Es desolador que el gobierno municipal haya anunciado que no tiene fondos para aportar su parte, el 50% de 10 millones de euros. El otro, al parecer, está aprobado por la Junta de Andalucía. Es no sólo urgente, es importante que se apoye al sector de la cultura y a los pequeños empresarios que sostienen la economía de nuestra ciudad y que se les ofrezca participar en un cambio de rumbo que nos traiga nuevas oportunidades. Un modelo que se debe ejecutar en sinergia con nuestra provincia, que posee un ingente patrimonio cultural y una gestión avanzada del mismo por parte de la Diputación, recordar la declaración por parte de Unesco del Geoparque que comprende las Comarcas de Guadix, Baza, Huescar y Los Montes , un total de 47 municipios de nuestra provincia que pueden proyectar su futuro.
Me pregunto si Granada está en condiciones de soportar un Ayuntamiento sin criterio, sin ambición, sin liderazgo en la gestión de la ciudad que es especialmente nefasta en la cultura, en el patrimonio cultural, que es nuestra gran fortaleza, lo que nos hace proyectarnos en el mundo.