Señor Yi Rentao, le han tomado el pelo
Distinguido y, para mí, desconocido señor Yi Rentao. Permítame que le dedique estas líneas, aunque dudo mucho que le lleguen, que sus segundones le hagan saber que existen y mucho menos se las traduzcan. Pero usted es el que manda en el Granada CF y tengo esta tentación irrefrenable de dirigirme a usted.
Verá, aquí en este país hay una frase que viene como anillo al dedo y dicen lo que saben que viene de los tiempos de Marco Polo y sus viajes a Oriente: “Lo han engañado como a un chino”.
Esto es lo que ahora mismo me rueda por la cabeza, señor Yi Rentao, le han tomado el pelo y así está el público con el corazón en vilo y los nervios a flor de piel camino del psiquiatra. Porque después de un año glorioso, con un trabajo de medalla por Europa, derrotando a rivales de mayor envergadura técnicamente, y soñando con todo lo mejor, llegó el descarte a ritmo rápido y ahora se está mirando continuamente la tabla y falta el canto de un duro para quedarse o para bajar de categoría.
No sé lo que usted pensará, pero esto es increíble.
Porque yo me pregunto que, si usted se hace cargo de un club para que esté mejor posicionado en la categoría y que le dé dinero, porque de eso se trata el fútbol para los que entran en una Sociedad Anónima Deportiva, cómo es posible que permita que se le vaya huyendo, que fue lo que pasó, un gran entrenador y cómo no vio venir que los descartes no iban bien y que los que llegaban no aterrizaban en el lugar idóneo.
Es que verá usted, el entrenador se fue porque no le auguraban unos medios indispensables para seguir por el mismo camino y ante un futuro gris camino del negro, lo mejor era marcharse. Después aterrizaron quienes ni conocen Granada, ni a sus gentes ni a su manera de ser, y alguien que había tampoco se enteraba, y así se contrató a un entrenador sin recorrido por España y con currículum cortito, con contrato largo, al que no se le despidió en el momento oportuno, cuando hasta el más indocumentado veía que la cosa no tenía arreglo tal y como iba. Mas tarde se puso el muerto en manos de un gran profesional del Recreativo y al final, con la espada en el cuello y sin puerta de salida casi, se acordaron de un preparador con bagaje y triunfos en el difícil fútbol inglés que, en el mínimo tiempo, ha resucitado los sueños de los aficionados y a muchos de dentro les ha demostrado con el trabajo cómo va esto de la Primera División española.
Discúlpeme, señor Yi Rentao, pero debe tomar medidas porque a su delegada compatriota creo que tampoco les han enseñado las cartas buenas de la partida o ella no se ha enterado a tiempo y tal vez ha confiado demasiado en algunos/as que la rodean.
De la gloria, a casi el descenso. De la alegría a la pena. De los éxitos a tener una ambulancia en la puerta del estadio porque más de uno ha estado a borde de un infarto. ¿Esto le parece normal y las respuestas a sus preguntas han sido aceptables?
Verá que escribo cuando quedan puntos en el aire que son definitivos. Solo soy un periodista con muchos años de fútbol y varios en relaciones internacionales en empresas abriendo mercados en países distintos y he aprendido que para triunfar hay que estudiar adónde se llega y cómo es la gente. Que no he querido esperar a que esto termine porque me gusta el riesgo, pero he querido hacerle ver que esta es una ciudad inmensamente rica en amor y cariño, en sabiduría para estar con su equipo, en amplios conocimientos de fútbol y que nunca falta cuando se le llama. A esta ciudad y a usted les han tomado el pelo.
Muchas gracias, señor, y si quiere me encantará conocerle, porque me hubiera gustado decirle todo esto en persona.