Cuarenta años de tragedias en discotecas: un lamentable déjà vu desde ‘Alcalá 20’ hasta ‘Teatre’ de Murcia
Hace cuatro décadas, la discoteca ‘Alcalá 20’ en Madrid quedó marcada por una tragedia en la que fallecieron 82 personas y que aún resuena en nuestra memoria colectiva. Fue un incendio devastador que dejó heridas que, a día de hoy, no han cicatrizado. Sin embargo, en lugar de aprender de esa amarga lección, nos encontramos en un triste déjà vu con el reciente incidente en la discoteca ‘Teatre’ de Murcia. Cuarenta años han pasado, pero la pregunta es: ¿realmente hemos aprendido algo?
El incendio en la discoteca ‘Teatre’ es un eco doloroso de aquella trágica madrugada del 17 de diciembre en la capital de España. Ambos eventos comparten similitudes sorprendentes: la falta de un plan de evacuación efectivo, la carencia de elementos de detección y extinción de incendios en funcionamiento y la negligencia en el mantenimiento de salidas de emergencia, así como una decoración o unos elementos de animación que no eran los adecuados, etc... Cuatro décadas de avances tecnológicos y cambios normativos, pero seguimos tropezando en los mismos errores, que terminan siendo fatales.
La normativa contra incendios en discotecas en nuestro país es clara y detallada. El Real Decreto 393/2007 establece las condiciones de protección y prevención contra incendios en edificios, incluyendo discotecas y locales de ocio. Sin embargo, por desgracia, parece que la conciencia y la acción real siguen rezagadas en algunos establecimientos.
Uno de los puntos cruciales es la obligatoriedad de contar con planes de emergencia, evacuación y autoprotección. La normativa exige la elaboración de estos planes para prevenir y controlar situaciones de emergencia, valga la redundancia, y así facilitar la evacuación segura de las personas. Pero, ¿cómo es posible que, cuarenta años después de ‘Alcalá 20’, sigamos encontrando lugares que no cumplen con esta normativa? La ausencia de control por parte de los propietarios y su falta de práctica en simulacros reales contribuyen directamente a situaciones de riesgo y a la pérdida de vidas.
La presencia de elementos de detección y extinción de incendios y las salidas de emergencia son puntos clave y deben tener un control exhaustivo. Los incendios no avisan; por eso, contar con sistemas de detección precoz y salidas de emergencia es fundamental. La normativa es clara respecto a la instalación de estos sistemas y la disponibilidad de extintores en puntos estratégicos. Sin embargo, la realidad nos muestra que, en muchos casos, estos sistemas son obsoletos o simplemente no están operativos, o puertas de emergencia bloqueadas, obstáculos en las vías de evacuación o la falta de señalización adecuada, son problemas recurrentes. ¿Cuántas vidas podríamos haber salvado si estos elementos hubieran estado en su lugar y en pleno funcionamiento?
En este punto, es imperativo que las autoridades refuercen las inspecciones regulares y la aplicación de sanciones en caso de incumplimiento. En este sentido, la seguridad contra incendios no puede ser una opción; debe ser una obligación inquebrantable.
Cuarenta años después de la tragedia en ‘Alcalá 20’, parece que estamos atrapados en un círculo vicioso de negligencia y falta de cumplimiento. La normativa contra incendios en discotecas en España es robusta, pero su eficacia depende de su aplicación rigurosa. Es hora de preguntarnos si estamos dispuestos a aprender de nuestro pasado y tomar medidas concretas para evitar que tragedias como las de ‘Alcalá 20’ y ‘Teatre’ se repitan. No podemos permitir que más vidas se pierdan por la falta de voluntad para garantizar la seguridad en los lugares de ocio.
