No respondas ni des explicaciones
¿Te has detenido a pensar cuánto de tu estrés y ansiedad podría provenir de la creencia de que todo debe ser atendido y respondido de manera urgente?
No solo nos pasa con los mensajes de texto o los correos, sino también en las conversaciones cara a cara. No nos damos tiempo a pensar, a dejar que las preguntas ondeen en el aire, tomen forma, se carguen intención. Nos presionamos para responder y hasta interrumpimos para hacerlo más rápido. Y, en medio, los mensajes de whatsapp. Alertas constantes, el flujo permanente de mensajes. Una vez más, la presión por responder. Enseguida, claro.
¿Debes responder inmediatamente a todo?
¿Hay alguna razón por la que deberías sentirte obligado a hacerlo, o incluso sentir la necesidad de tener una excusa porque no respondes de inmediato a un mensaje de whatsapp o a un llamado?
¿Hay algo que te impida inhalar profundo o darle un sorbo a tu café antes de responder a tu interlocutor?
Si deseas generar algo de calma y retomar el control de tu tiempo, mi sugerencia es que pruebes haciendo una pausa antes de responder. Habrá pausas más breves, otras más largas y algunas probablemente permanentes.
El primer desafío de la pausa es lidiar con el silencio. En persona y por whatsapp.
El silencio es incómodo cuando no estamos habituados a parar. Anhelamos paz, pero estamos ahogados en ruidos. Externos e internos.
Debemos aprender a ver el silencio no como una ausencia de algo, sino como la presencia de una oportunidad poderosa: la de ver qué impacto causa ese espacio de calma en nuestras emociones, pensamientos y acciones.
Aprender a resistir la tentación de salvarnos del silencio es un ejercicio.
Un buen terreno para fortalecernos en este entrenamiento son los mensajes de whatsapp. El ejercicio es no responder inmediatamente. Puedes ponerte horarios de consulta de mensajes o, simplemente, cuando los veas, dejarlos descansar hasta que tengas tiempo y ganas de responder.
Frente a un mensaje o pregunta, elije: ¿quiero responder a este mensaje o esta pregunta o no?
Si quieres responder, tómate tu tiempo y hazlo.
Si no quieres responder, cambia de tema.
No sientas que tienes que dar explicaciones por todo. No las des. Simplemente, no respondas a lo que no quieres. Esquiva la pregunta y habla de otra cosa.
Cuanto más practiques, más cómodo te sentirás y más calma traerás a tu vida.