Personas que no son nada ni nadie sin su equipo

Nada ni nadie está por encima del equipo. Todos conocemos el viejo dicho: «No hay un yo en el equipo sin un nosotros/as». Sí consideramos que hay un «todos», es porque el trabajo en equipo tiene sentido gracias a la presencia de todos los que participan en un esfuerzo o proyecto común.

Y cuando hablamos del trabajo en equipo requiere la creación de un equipo eficaz.

Las características comunes en los equipos eficaces son:

•Objetivos claros. El equipo debe tener una comprensión clara y concisa del objetivo, y estar convencido de que su consecución conducirá al resultado deseado.

•Habilidades. Los equipos eficaces están formados por profesionales competentes y altamente cualificados con las habilidades y capacidades específicas necesarias para resolver problemas concretos.

•Confianza mutua. Un equipo necesita un alto grado de confianza mutua entre sus miembros, es decir, creer en la integridad y las capacidades de sus compañeros.

•Compromiso compartido. El compromiso compartido se caracteriza por un alto grado de adhesión de las personas del equipo a los objetivos del mismo y la voluntad de realizar un esfuerzo considerable para alcanzarlos.

•Relaciones estrechas. Los equipos eficaces se caracterizan por sus altos niveles de comunicación. Los miembros del equipo son capaces de transmitirse mutuamente información de forma sencilla y clara, así como de intercambiar ideas y opiniones, tanto de forma verbal como no verbal.

•Capacidad de negociación. Las personas del equipo deben ser capaces de reconocer las diferencias existentes y ser capaces de resolverlas.

•Un liderazgo eficaz. Un equipo necesita un líder eficaz, capaz de motivar al equipo, superando los obstáculos. Su tarea consiste en convencer al equipo de que es capaz de alcanzar altos resultados, desarrollar la confianza de los miembros del equipo en sí mismos, ayudándoles a maximizar su potencial. Ayudan, guían y apoyan a las personas del equipo.

•Apoyo interno y externo. El equipo necesita un ambiente de apoyo.

Y ¿qué aspectos son necesarios tener en cuenta para que los equipos avancen?:

Primero las personas: Es importante dedicar todo el tiempo que sea necesario para construir una sólida RELACIÓN con los miembros de un equipo. La empatía mejora su capacidad. Cada personas es clave y todas importantes. Suman fortalezas individuales para una meta común.

Responsabilidad: Es indispensable definir estándares, comunicar correctamente lo que es bueno para el equipo. Estos estándares producirán comportamientos y hábitos que son vitales para lograr resultados. Se alimenta la creación de una cultura responsable.

El elogio y el reconocimiento también cuentan. La responsabilidad se puede utilizar para elogiar y reconocer a lo miembros del equipo que también cumplen y superan los estándares. El elogio y el reconocimiento libera dopamina en el cerebro y genera beneficios que acarrea para la innovación y solución de problemas.

Para tener las cinco reglas que se pueden aplicar a cualquier tipo de líderes, es importante trazar dos dimensiones (tiempo y enfoque) y colocar en el centro, la competencia personal (autogestión), que sintetiza el código de liderazgo y que incluye las cinco reglas que capturan el ADN del liderazgo.

Regla 1: Dar forma al futuro

Regla 2: Hacer que las cosas sucedan

Regla 3: Involucrar al talento de hoy

Regla 4: Construir la próxima generación

Regla 5: Invertir en uno mismo

"Los líderes que no escuchan, eventualmente estarán rodeados de personas que no tienen nada que decir" Andy Stanley

Una ACTITUD positiva cambiará la vida de las personas y de los equipos. Para ello es necesario enfocar y establecer metas, además de tomar cada problema o situación como una gran oportunidad.

El trabajo en equipo es un esfuerzo cooperativo o coordinado de un grupo de individuos que actúan juntos por una causa común y obtienen múltiples beneficios.

Esto significa que las personas tratarán de cooperar, utilizando sus habilidades individuales y aportando comentarios constructivos, a pesar de las diferencias entre ellas.

Los valores del trabajo en equipo surgen cuando los miembros de un grupo colaboran, trabajando en pos de alcanzar unos objetivos y funciones claros dentro de la organización.

Algunos de los valores que se trabajan en equipo más relevantes son el aprendizaje colaborativo, la confianza, la proactividad, la generosidad, la humildad o la responsabilidad.

A. El aprendizaje colaborativo

Uno de los principales valores del trabajo en equipo es que este incita a colaborar activamente con el resto del grupo. Esto, a su vez, promueve el aprendizaje colaborativo dentro del mismo. Cuando uno aprende de los demás y comparte sus conocimientos con ellos, todos se benefician de la experiencia de cada miembro.

B. Confianza

La confianza es la piedra angular de cualquier equipo. La confianza significa creer en las capacidades de cada uno de los miembros, en sus conocimientos y habilidades para que puedan realizar sus tareas correctamente, es esencial para que la relación del grupo funcione.

Fomentar una cultura de la confianza dentro de una organización significa fomentar una cultura de la comunicación. Esto se reduce a alimentar las relaciones dentro del grupo para que los miembros se sientan cómodos comunicándose entre sí y con sus superiores, siendo este uno de los valores del trabajo en equipo más importantes.

C. Proactividad

La proactividad es un valor del trabajo en equipo esencial porque implica aportar ideas, soluciones, motivación, fuerza y entusiasmo al equipo. La relevancia de este componente reside en que implica que todos participen aportando sus propias ideas, y no esperando únicamente a recibir instrucciones.

La proactividad hace que los miembros del equipo dejen de tener una actitud pasiva y pasen a estar entusiasmados por aportar sus mejores ideas.

D. Generosidad

La filosofía del trabajo en grupo se basa en la generosidad y no en el individualismo. La actitud individualista se trata de algo limitante cuando hablamos de los valores del trabajo en equipo. Por el contrario, la generosidad es la voluntad de acompañar a los demás mediante una presencia consciente.

No es necesario llevar a cabo grandes actos de generosidad en el entorno para mejorar el ambiente y la motivación del grupo, basta con poner en práctica pequeñas acciones en el día a día, como dar valor al trabajo de los demás a través de algo tan simple pero eficaz como el elogio.

E. Humildad

Cuando se trata de colaborar con otras personas de la organización, uno de los valores del trabajo en equipo más importantes para reducir cualquier posible rivalidad es la humildad. La humildad debería ser un valor para todos los profesionales, independientemente de su nivel de experiencia.

Esta permite tener una visión más global y objetiva, que a su vez nos ayuda a darnos cuenta de que nuestros compañeros de equipo son tan valiosos como nosotros mismos, y que nuestros esfuerzos combinados son los que realmente hacen que un proyecto tenga éxito.

F. Responsabilidad

En un equipo de éxito, la realización del proyecto no depende únicamente de uno de sus miembros. Es un error que uno de los participantes delegue la responsabilidad en los demás. Por lo tanto, un equipo fluye mejor cuando sus miembros ponen en práctica este valor tanto individual como colectivamente.

Cada persona puede ser consciente de que sus decisiones influyen en todo el equipo. Es importante ser parte activa de un proyecto y reconocer que cada persona de un equipo tiene la misma responsabilidad. Así avanzamos todos y todas.