Saber manejar la izquierda
El titular es taurino y el comentario no tiene nada que ver con eso, porque hablaremos de algo que ahora aún se sigue llamando fútbol. Lo que ocurre es que hay terminología taurina que se usa para más situaciones y la reunión de directivos y aficionados de hace pocos días encaja totalmente. Claro que también se podría decir que es política la frase porque torear bien con la izquierda es lo mejor que deben hacer los políticos y lo hacen constantemente en este país para que los que protestan se callen y no den más la lata. Y así ha sido.
No me gusta entrar en el terreno especializado de otros compañeros, en este caso deportes, pero ahora esto no es fútbol. Es un gran negocio y dicen que los clubes son sociedades que se compran y se venden para hacer dinero, así que por lo tanto hablamos de economía, aunque todo se siga concentrando en dar patadas a un balón.
A nuestro club lo veo ahora desde lejos y desde luego no tengo el gusto de conocer al señor García Amado, que es para mí la versión española del clan directivo. Se sentó con los peñistas, incluyendo la modernidad de la teleconferencia, y con una mano izquierda increíble y admitiendo así de entrada que se equivocaron al fichar acabó con la película. Porque admitir que el estadio hay que arreglarlo y que hacen lo que se puede y dejar caer que si se desciende seguirán a pesar de todo y que no se ha pensado en eso puede ser.
Señor García Amado, es usted un fenómeno toreando con la izquierda. Porque pudo hasta con el engaño de los suplementos con las visitas del Barcelona y el Madrid. Porque fue un engaño lo diga quien lo diga y cuando se dice que no hay subida, no la hay y no se puede uno inventar los suplementos.
También, que el pasaporte del descenso es algo que hay que tener en el bolsillo por si acaso es algo muy claro. Lo tenemos en la mochila por si caso casi desde el primer partido. Porque ganando dos partidos y empatado ocho, ya me dirán ustedes. No me hablen pues de que solo se ha pensado en lo malo y admitan que lo malo está tras la puerta.
Por favor, no toreen ustedes tan bien intentando quedarse limpios y dejando el toro solo y exclusivamente para el entrenador que es el que ahora está con la navaja en el cuello, y el pobre hombre pensará que aparte de para admirar la Alhambra y lo demás, para qué está aquí. Qué equipo le han dado y qué futuro le prometieron antes de firmar. Se preguntará también como es que, desde dentro, repito, desde dentro, ya se filtra que es mejor que se marche e incluso se dejan caer nombres para que los paganinis se vayan haciendo a la idea.
No me digan señores de la directiva que me equivoco cuando digo 'desde dentro' porque eso es totalmente cierto y no me equivoco.
Ya saben que sabe el diablo más por viejo y yo he estado muchos años, muchos, frente a un micrófono, una máquina de escribir o un ordenador para saber de sobra que cuando se leen ciertas noticias, ciertos rumores, ciertos comentarios, están dirigidos desde dentro y eso no lo cambia nadie y menos ahora que se habla de sociedades y negocio. No está bien dejar a este hombre en esta situación y admitir que los demás, incluyendo al ojeador italiano ascendido y llegado al mismo tiempo, se quedan.
Además hay algo que no se aclaró, aunque se tocara de pasada. El club seguirá siendo de ellos, eso dice el señor García Amado, pero si es así y siendo los dueños, que eso parece, empresarios chinos, por qué no se ha lanzado la imagen del Granada en aquel territorio que está siempre deseando ver novedades occidentales en este deporte y por qué no sabemos cuántos miles de chinos debería de haber orgullosos con la camiseta de rayas horizontales. Porque de marketing creo que saben poco y de cuidar el futuro de un negocio digamos que regular. Porque no se entiende que se cuide tan mal, por no decir nada, una teórica fuente de ingresos y se permita que se pierda dinero jornada a jornada y nadie se tire por el balcón. Porque pienso que el verano pasado el club valía un dinero, este verano de seguir la cosa así, y no se adivinan cambios, calculen de la mitad hacia abajo. Debe ser que como miserable sin un duro no entiendo la manera de ser de los empresarios millonarios chinos.