Ópticas: imprescindibles o no según el cristal con el que se mire

El sector se debate entre la apertura con horario reducido o el cierre total en un contexto marcado por el desplome en el volumen de negocio

Reportaje Opticas Coronavirus - Dani B-4 (1)
Propietarios y comerciantes del sector de las ópticas reconocen pérdidas | Foto y vídeo: Dani B.
Miguel López Rivera
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La declaración de estado de alarma decretada por el Gobierno ha dejado suerte dispar entre grandes empresarios y comerciantes en Granada. Las circunstancias extremas que se están viviendo hacen que solo puedan abrir los negocios que ofrecen bienes de primera necesidad. En el resto, la imagen es la de cualquier otro día desde que las calles son menos calles por culpa del Covid-19. Persianas cerradas y carteles en la puerta informando sobre la excepcionalidad del momento.

Pero hay un tipo de establecimiento que permanece en una especie de limbo. Se trata de las ópticas. No son tan imprescindibles como las farmacias o los supermercados, pero su cierre total puede llegar a generar problemas no pocos sustanciosos a aquellas personas con verdaderas dificultades visuales. Buscar una abierta estos días no es fácil. Muchas han decidido no hacerlo durante el estado de alarma y las que se atreven, por lo general, solo atienden en horario reducido y con servicios mínimos.

Tradicionalmente, el centro de Granada ha actuado como termómetro del pulso económico de la capital. Y en el casco histórico hay un buen puñado de estos establecimientos que han adoptado una decisión salomónica: clausura a cal y canto. La imagen se repite incluso en barrios populosos del extrarradio, como La Chana, donde el pequeño comercio todavía le gana la partida a las grandes marcas.

Eso sí, casi todos los profesionales dedicados a esta actividad coinciden: hay servicios que o se cubren o pueden generar grandes perjuicios. Algunos prefieren guardar silencio y se limitan a indicar que las ópticas únicamente deberían funcionar mientras dure el estado de alarma para casos muy concretos, como la rotura de las patillas de unas gafas o de la propia lente.

Entre los que sí se aventuran a dar su opinión está Fernando Lizancos, copropietario de la óptica que lleva su apellido en San Juan de Dios. "Hemos notado un bajón importante en el número de clientes, pero considero que ofrecemos un servicio fundamental para muchos ciudadanos y por eso permanecemos abiertos", explica este comerciante, que añade que los pocos usuarios que entran lo hacen para "casos en los que no les queda más remedio".

Bajando la calle, Jaime Gómez, responsable de Federópticos, también se muestra alertado. "Hemos experimentado una caída en el volumen de negocio del 99%. Hoy no ha entrado nadie y vamos a valorar abrir únicamente en horario de 10 a 13 horas", perfila. "Nos hemos puesto en contacto con los clientes para informarles de la situación, pero lo mejor es cerrar", zanja.

El sector está sufriendo pérdidas evidentes. Y como muestra, un botón. En ningún momento de este reportaje había cliente alguno en los centros de visión consultados. Por eso, incluso ya se ha iniciado una campaña en 'Change.org' que exige el cierre de todos estos establecimientos. "No tiene sentido exponer a la propagación del virus a un sector que tiene un contacto tan directo con el público. Es una irresponsabilidad por parte del gobierno y de las empresas. Pretenden que mantengamos abiertos las ópticas y a la vez piden a los ciudadanos que no salgan si no es por fuerza mayor". reza la petición.

Pese a todo, Miguel Ángel Martínez, gerente de uno de estos locales en la calle Emperatriz Eugenia, ilustra de forma gráfica la importancia del sector: "Si ahora quiero trabajar, no puedo". "Tenemos una responsabilidad social y por eso seguimos abriendo en horario de 10 a 13 horas. Hoy no ha sudo un día tan malo: han entrado cuatro personas. Hemos pospuesto las citas que tenemos 15 días, pero si la situación persiste las prorrogaremos todo lo que haga falta", finaliza. Es la realidad de un sector que afronta la crisis del coronavirus con distintos prismas, desde muchos cristales y con enfoques muy diversos según los casos.