"Me encantaría que mi familia y yo pudiéramos vivir tranquilamente del fútbol"
Ornella asegura sentirse "genial" en su segunda campaña en el Granada Femenino y sostiene que la confianza de Arturo Ruiz le ayuda a "ser un poquito más importante"
Ornella Vignola nació en Uruguay en 2004, pero se mudó junto a su familia a España a una edad muy temprana. Fue en las calles de Málaga, cuando todavía era una niña, donde empezó a dar patadas al balón con su hermano, sin reglas ni preocupación a pesar de que, asegura, perdía "siempre" en ese clásico familiar. Ahora milita en el Granada Femenino, es habitual en las listas de las categorías inferiores de la Selección Española y en su palmarés relucen una Eurocopa sub-19 y un Mundial sub-20, pero sigue echando alguna pachanga con su hermano. "Venga, vamos a jugar un fútbol sala", le decía durante las vacaciones de Navidad, aunque ya sí le hace "competencia", apunta durante su entrevista con GranadaDigital. Hay cosas que nunca cambian. Como su sueño. "Me encantaría no solo poder vivir yo, sino que mi familia pueda vivir tranquila de eso", desea.
Pregunta: Cerramos un poquito el plano. ¿Cómo se siente Ornella en el Granada?
Respuesta: La verdad es que me siento genial. En lo futbolístico y en lo no futbolístico. La ciudad es magnífica. Además, está llena de estudiantes, así que mejor ambiente, imposible. Como es mi segundo año, ya adaptada. Y con la gente del equipo, mejor que nunca. Nos conocemos ya del año pasado. Poco más se puede pedir en una ciudad como esta.
P.: Decía que es su segunda campaña. Está dando un pasito al frente.
R.: Puede ser. También es verdad que, al tener continuidad en minutos, es mucho más fácil que se vea eso. El año pasado tuve minutos, pero a lo mejor, menos de los que me gustaría. Por eso también es más fácil ver ahora a una Ornella más participativa.
P.: ¿Cree que el fútbol de Arturo Ruiz, más ofensivo, le beneficia?
R.: Sí, sí. Soy una jugadora a la que le encanta atacar y, si tenemos el balón y más veces atacamos, más veces va a pasar por mí. Encima, cuando el resultado acompaña, todo va bien y la confianza va mejor, todo es mucho más fácil.
P.: ¿Qué le pide el míster?
R.: Arturo, desde el día que llegué, porque me incorporé más tarde al estar en el Mundial, me pidió que fuese yo misma. Él lo tenía muy claro y sabía que podía confiar en mí. Aunque no me había visto en pretemporada, sabía lo que podía dar. Siempre me dio esa libertad. Se lo agradezco muchísimo, porque es lo que a mí me ayuda también a poder ser un poquito más importante.
P.: ¿Se ve mucho tiempo en Granada?
R.: Bueno, ¿quién sabe?
P.: Esa es la respuesta típica.
R.: -Ríe- Es lo que se suele responder, claro.
P.: Apenas está empezando su carrera, pero proyecta un futuro prometedor. ¿Dónde se ve más a medio plazo?
R.: En realidad, mi principal objetivo es seguir disfrutando del fútbol. Obviamente, si puedo ser una pieza importante, sería lo mejor, pero me gustaría seguir disfrutando de lo que estoy haciendo. Si puedo cumplir objetivos grandes y bonitos, genial, pero el principal es disfrutar, que al final es como salen las cosas.
P.: ¿Qué queda de aquella niña que empezó jugando en la calle con su hermano?
R.: ¿Eso cómo lo sabes tú? -Risas- Hombre, pues esa ilusión. Yo recuerdo que no podía salir de casa sin un balón. La realidad es que si aquí tengo un día libre… De hecho, en estas navidades, con mi hermano, seguíamos cogiendo el balón y diciendo "venga, vamos a jugar un fútbol sala". Entre él y yo, para pasar un buen rato y no olvidar esos momentos también, que son sencillos, pero te dan mucho.
P.: Y en esos partidillos de fútbol sala… ¿quién ganaba?
R.: Siempre me ha ganado mi hermano -ríe-, pero ahora le hago competencia, la verdad.
P.: Es una futbolista de regate, de gambeta. ¿Eso también le queda de jugar en la calle?
R.: Sí, totalmente. Ahí, al final, no hay normas.
P.: Es asidua, junto con Ari Mingueza, a las convocatorias de la sub-23. ¿Se ve llegando a la absoluta?
R.: Uff -suspira-. Creo que si sigo trabajando… Poco a poco. Tampoco es algo que esté pensando ahora mismo. A toda jugadora le encantaría llegar a una absoluta. Ojalá.
P.: Aquella niña, cuando le preguntaban, decía que su sueño era vivir del fútbol. ¿Con qué sueña ahora Ornella?
R.: A ver, sigo soñando un poco con eso, con vivir un poco más tranquila -risas-. A raíz de lo que he dicho antes, de seguir disfrutando, me encantaría, además de ganar cosas y así, no solo poder vivir yo, sino que mi familia pueda vivir tranquila de eso. Obviamente, sé que queda muchísimo, pero bueno. Poco a poco, hay equipos y jugadoras que lo están consiguiendo porque a día de hoy, el fútbol femenino está creciendo muchísimo. Eso me haría muy feliz.
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