And the Oscar goes to...
Un año más, la gran gala del cine se dio anoche cita en el californiano teatro Dolby de Los Ángeles - anterior Kodak Theatre - en una velada amenazada por la tormenta. Y no sólo climatológica, tormenta de celebrities, de glamour, de vestidos de ensueño y espectaculares joyas.
Elegancia, sobriedad y riesgo mínimo fue la fórmula predominante en la Alfombra Roja de Hollywood.
Se admite el blanco para las invitadas. Ya no hace falta ser la novia de América para llegar blanca y radiante y así lo demostraron actrices de la talla de Naomi Watts, con un diseño del brasileño Francisco Costa para Calvin Klein, y Kate Hudson espectacular con un brillante Versace con cola y vertiginoso escote en V. Y es que el escote en V fue una de las apuestas estrella de la noche, lo lució majestuosamente la galardonada Lupita Nyongo'o. De azul bebé, sin excesivo ornamento, la keniana llegó a la red carpet rodeada de su familia con un maravilloso Prada que la hizo deslumbrar y la catapultó al podium de las mejor vestidas de la noche.
Deslumbró también Charlize Theron en un elegante y escotado Dior negro que dejaba sitio para un maravilloso collar valorado -dicen- en 15 millones de dólares. De negro también llegaron una poco acertada Anne Hathaway que, para resarcirse de la polémica del año pasado, acudió con una coraza metálica en su Gucci, Emma Watson de Vera Wang y Julia Roberts de Givenchy, con un diseño de encaje y silueta péplum.
El color lo aportaron los tonos empolvados: Camila Alves de Gabriela Cadena, desfiló en nude del brazo de su marido, que se alzó con la estatuilla al mejor actor protagonista. Se decidió también por los tonos suaves pero con un diseño poco favorecedor, Penélope Cruz en rosa pastel de Giambattista Valli. Un ejemplo más del vigor del nude fue Angelina Jolie que llegó con su guapísimo marido, vestida de Elie Saab. Y como no nombrar a Cate Blanchett. Mejor actriz protagonista y una de las mejor vestidas; de Armani Privé.
Jennifer Lawrence puso -y dió cuando volvió a caerse- la nota de color con un diseño bermellón de Dior, corte péplum y un collar muy originalmente posicionado que caía por su espalda. De rojo fresa llegó Olya Kurylenko con un vestido de seda orgánica de Alice Elia. Sandra Bullock asistió a la ceremonia de azul marino enfundada en un más que favorecedor Alexander McQueen con escote de corazón. Y de azul marino también fue Amy Adams de Gucci, que se echó unos cuantos años encima con su peinado. Y como la experiencia es un grado, no defraudó Meryl Streep. El tándem blanco-negro es infalible y la actriz que más veces ha estado nominada lo sabe y lo demostró con su Lanvin.
El bombazo fueron las tres embarazadísimas de la noche; Kerry Washington de Jason Wu, Elsa Pataky de Elie Saab y la bellísima Olivia Wilde de Valentino y perfecta, demostraron que la elegancia no está reñida con la, incipiente, maternidad.
El acento español caminó de la mano de Louise Roe que apostó por Pronovias y de Alejandra Llorente, protagonista del nominado cortometraje español Aquél no era yo de Roberto Verino.
Y cada año, volvemos a soñar con ser protagonistas de la alfombra roja de Hollywood, pero mientras llegamos seremos las protagonistas de nuestra propia película y, yo voy de Chanel con las joyas de Chopard y del brazo de...