Pacientes de Granada con isquemia mejoran su capacidad para caminar sin dolor a través de un nuevo programa

Los resultados preliminares datan que los 13 primeros participantes han incrementado en una media de un 500% la distancia recorrida sin dolor tras finalizar el periodo de entrenamiento

220902 Programa de ejercicio vascular supervisado (5)
Según el Dr. Luis Miguel Salmerón, se trata de “constatar la efectividad de este programa rehabilitador aún poco desarrollado en España" | Foto: Gabinete
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El servicio de Angiología y Cirugía Vascular, de referencia para la provincia y ubicado en el Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada, ha puesto en marcha un Programa de Ejercicio Vascular Supervisado para pacientes con claudicación intermitente (dolor al caminar) en las piernas, ocasionada por la reducción del flujo sanguíneo en las arterias (isquemia). El objetivo de este proyecto, que se está pilotando desde hace unos meses y es uno de los primeros de España de estas características, es precisamente evaluar la mejoría que supone para los pacientes la realización de ejercicio físico bajo supervisión de los profesionales de la Unidad provincial.

El programa está dirigido a personas que padecen esta manifestación clínica de la isquemia crónica. Como consecuencia de ella, experimentan dolor en las piernas al realizar ejercicio físico o caminar. En concreto, los pacientes que están participando actualmente en el programa sufren dolor al caminar en recorridos inferiores a 500 metros o en un tiempo menor de diez minutos.
Los resultados preliminares son positivos ya que los 13 primeros pacientes que han completado el programa de entrenamiento han logrado mejorar notablemente la distancia máxima que podían caminar, concretamente, de media han presentado una mejoría de más del 150%, en el primer mes, y más del 400% a los seis meses. De igual modo, también han mejorado notoriamente la distancia que podían recorrer sin dolor, hasta un 500%. Actualmente, son 12 los pacientes que están realizando el entrenamiento y existen otro grupo numeroso, pendiente de iniciarlo.
La duración del entrenamiento en el Programa de Ejercicio Vascular Supervisado es de seis meses en los que los pacientes acuden al hospital tres veces por semana para realizar ejercicio físico. Bajo la supervisión de Virginia Maroto, enfermera encargada de la unidad, los pacientes caminan en una cinta rodante entre 30 y 45 minutos, modificando parámetros de tiempo y velocidad cada una o dos semanas en función de la respuesta del paciente. Además, desde el servicio de Vascular se trabaja en la formación de los pacientes para que puedan realizar un adecuado autocontrol de factores de riesgo cardiovascular y contribuir a la mejora de su calidad de vida.

Se trata, según el Dr. Luis Miguel Salmerón, jefe de la Unidad provincial de Angiología y Cirugía Vascular, de “constatar la efectividad de este programa rehabilitador aún poco desarrollado en España para estudiar su posible incorporación de forma permanente a los procedimientos habituales de esta área”. En su desarrollo trabajan junto a Salmerón y Maroto las especialistas en Angiología y Cirugía Vascular, Marina Agudo y Silvia Lozano. Además, se ha trabajado conjuntamente con la unidad de Integrated Health Solutions de Medtronic para diseñar una experiencia del paciente favorable.

Junto a este proyecto piloto desde el Servicio de Angiología y Cirugía Vascular se ha iniciado un estudio prospectivo para comparar la evolución de los pacientes que participan en el entrenamiento hospitalario con aquellos que realizan el ejercicio de forma individualizada en su domicilio. Este estudio, denominado ESCI, cuenta con la aprobación del Comité de Ética del Hospital Universitario Clínico San Cecilio y se espera que sea la base de diferentes publicaciones científicas.

Patología de base y efectos para la salud

La claudicación intermitente es la manifestación clínica más frecuente de la isquemia crónica de miembros inferiores, es decir, la aparición de dolor en los miembros inferiores al caminar, que se alivia con descanso.

Esta isquemia está directamente relacionada con la arteriopatía periférica, una afección crónica de los vasos sanguíneos que irrigan las piernas y los pies debido a la formación de placas de ateroma (producidas por la acumulación de colesterol) en la pared arterial que impiden que la sangre circule con normalidad. Esto produce el estrechamiento de las arterias, lo que ocasiona una disminución del flujo sanguíneo con la consiguiente aparición de dolor.

Hoy en día, se considera un problema serio de salud asociado a una gran limitación en la calidad de vida e íntimamente ligado a otros factores de riesgo cardiovascular. La prevalencia de esta enfermedad alcanza un 5% de la población menor de 50 años y hasta un 20% en mayores de 80 años. Alrededor del 60% de estas personas pueden cursar la enfermedad de forma asintomática por baja severidad de las lesiones o bien actividad diaria poco intensa. No obstante, independientemente de los síntomas, esta situación supone un aumento en la morbi-mortalidad cardiovascular en general, así como una clara disminución de la funcionalidad.