Paco López, el 'cerebro' de una promoción calculada al detalle
El técnico valenciano, que asumió las riendas del equipo en noviembre, ha defendido unas variaciones tácticas que han terminado por devolver a los rojiblancos a la máxima categoría
El Granada CF estará el próximo curso en Primera y completa el plan trazado al detalle con el que aterrizó Paco López el pasado noviembre. La derrota en el Carlos Tartiere, que supuso la destitución de Karanka, dejó un equipo tocado en lo anímico con la necesidad de un nuevo proyecto con el que volver a retomar el rumbo. En esas llegó el técnico valenciano que, como 'El Profesor' en la mítica serie de Netflix de 'La casa de papel', desembarcó en el banquillo nazarí con las ideas muy claras de cómo tenía que ser el Granada para alcanzar el objetivo del ascenso. Con el propósito claro, el ex del Levante empezó a dar forma al equipo con un ingrediente básico, la de ir más allá de un once tipo. Explotar al máximo los recursos de su plantilla haciendo que todos y cada uno de los integrantes se sintieran protagonistas y así tenerlos a todos enchufados. Para ello, al valenciano no le ha temblado el pulso a la hora de introducir variantes tácticas en cada partido, aunque en ocasiones algunas decisiones le pusieran en el punto de mira. Nada de eso sembró dudas al técnico en un plan que sólo podía acabar de una forma: con el ascenso. Así se había de conseguir y, de lo contrario, 'moriría' fiel a sus ideales.
El Granada está ya de celebración, una que esconde una gestión brillante por el 'cerebro' de este equipo rojiblanco que ya vislumbró antes que nadie ese desenlace final. Como todo jefe que se precie, Paco López se encomendó a una base de futbolistas de confianza para, a partir de ahí, introducir variantes que le hicieran salir victorioso de cada asalto teniendo en cuenta las cualidades de cada uno de sus miembros. Así, pese a que los Raúl Fernández, Ricard, Miguel Rubio, Ignasi Miquel, Neva, Bodiger, Melendo, Callejón o Uzuni han sido la columna vertebral del conjunto rojiblanco en la era Paco López, ya sea por obligación o decisión técnica el preparador no ha dejado de introducir variantes tácticas acordes al guion que le iba a plantear cada partido.
Mucho más que once titulares
En ese 4-4-2 característico, el eslabón más fijo para el entrenador, cuando han respetado las lesiones y las amonestaciones, ha sido la línea defensiva conformada por Ricard y Neva en bandas e Ignasi Miquel y Miguel Rubio, como pareja de centrales. Sin embargo, los contratiempos han dado entrada, sobre todo, y con un papel importante a Quini -recambio natural del lateral catalán- y a Víctor Díaz, que ha sido el comodín del técnico tanto en el eje de la zaga como incrustado entre los propios centrales. Sin embargo, contratiempos físicos aparte, la línea de medios, principalmente, junto a la ofensiva se han convertido en el principal banco de experimentos de 'El Profesor', Paco López.
En la medular, concretamente, por el doble pivote han pasado nombres como los de Bodiger, Petrovic, Meseguer, Pol Lozano, Sergio Ruiz, Melendo, Puertas, Perea o Rochina, que se han alternado según la apuesta del técnico por la sobriedad o el dominio mediante jugadores con buen trato del balón. Nadie, ni siquiera Melendo o Callejón, se han visto exentos de salir del equipo en alguna ocasión para dar entrada a jugadores como Sergio Ruiz o un Puertas cuya figura se agigantó en los partidos finales con goles decisivos para acabar consumando el ascenso. Tampoco, el nombre le ha garantizado a ninguno de los futbolistas un puesto en el once, como ha podido comprobar de primera mano el fichaje estrella del mercado invernal, Shon Weissman, que vio como incluso Jorge Molina le llegó a arrebatar el sitio antes de caer lesionado de gravedad.
Este jugar al despiste con los rivales, como 'El Profesor' en 'La casa de papel' con la policía, ha hecho a Paco López ir siempre un paso por delante de los acontecimientos. Por eso, con la llegada de los refuerzos invernales, y pese al amplio fondo de armario de su plantilla no desesperó y dio a cada uno su lugar para que cada futbolista se sintiera importante dentro del grupo y crear el clima necesario en el que saliera a relucir la mejor versión de todos ellos. En ese sentido, y como en la serie de Netflix, los rojiblancos sufrieron por el camino las bajas de Rochina, Jorge Molina y una que se antojaba especialmente dolorosa como la de Raúl Fernández. Sin embargo, ahí estaban los Puertas, Bryan, Sergio Ruiz o André Ferreira para dar un paso al frente y ser importantes en el momento clave. El día del golpe final ante el Leganés nada podía fallar y no lo hizo, porque desde noviembre Paco López se había preparado minuciosamente para que, cuando llegase este momento, todo saliera perfecto y culminar una promoción calculada al detalle.