Los padres de la joven asesinada en Albolote trabajan en la prisión donde está su presunto asesino

Los funcionarios de prisiones de otros centros se han concentrado para mostrar su apoyo a los progenitores de Ana Elena

concentración cárcel Villena
Concentración en la prisión de Villena (Alicante) por la joven fallecida en Granada | Foto: Twitter
Patricia Vázquez
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Con tan solo 29 años y todo la vida por delante, Ana Elena perdió la vida el pasado viernes después de que el hijo de su jefe presuntamente le asestara varias puñaladas en el pecho y le golpeara en la cabeza. Y todo porque se negó a darle el dinero de la caja. Ocurría en el polígono Juncaril de Granada y la noticia conmocionaba a toda la sociedad granadina.

El hombre de 34 años fue detenido y tras pasar a disposición judicial ingresó en la prisión provincial de Albolote, acusado de homicidio y resistencia a la autoridad.

Hasta ahí todo quedaría en un lamentable suceso como tantos otros ocurren a diario. Sin embargo, en este caso se ha dado una particularidad: el padre de la joven fallecida es funcionario de prisiones y ha trabajado durante 30 años en contacto directo con los reclusos de la misma cárcel en la que ahora está ingresado el presunto asesino de su hija. También la madre -como personal externo a través de una ONG-, imparte en este centro ayuda psiquiátrica a los internos con patologías mentales y problemas de drogodependencia, algo a lo que precisamente se tiene que someter el detenido.

A pesar de que ambos progenitores pueden negarse a tener contacto directo con el autor de la muerte de su hija, lo cierto es que no hay nada que los impida cruzarse con él en las propias instalaciones de la prisión, por lo que son sus propios compañeros los que han querido denunciar la situación que se les presenta.

Y lo han hecho con concentraciones a las puertas de los centros penitenciarios para guardar un minuto de silencio en memoria de la joven fallecida. Así lo ha informado a GranadaDigital Manuel Galisteo, coordinador general de la Asociación de trabajadores penitenciarios 'Tu abandono me puede matar' (TAMPM), quien ha lamentado que los jueces no hayan tenido en cuenta la relación personal de los padres de Ana Elena con la prisión de Albolote para haber decretado su ingreso en otro centro penitenciario como el de Archidona, a solo 40 minutos, o el de Jaén, menos de una hora de camino.

 

"Han mostrado falta de sensibilidad, por eso hemos hecho un escrito para solicitar su traslado a otra prisión. Es algo que no entendemos cómo no se ha hecho todavía, ya que no es la primera vez que la Secretaría General determina esos traslados. Imagínate lo que sienten sus compañeros durante tantos años de servicio, que van a tener que lidiar con ese asesino a diario, dejando de lado la rabia y el dolor", denuncia Galisteo, quien además critica que esta situación demuestra que el trabajo de funcionario de Prisiones es una profesión "de fuertes contrastes emocionales", donde se exige un "alto grado de profesionalidad en momentos que como el presente son muy duros".

En este sentido, la práctica habitual es encarcelar a los detenidos en la prisión más próxima al juzgado que lleve las diligencias, para minimizar los traslados en caso de que el juez lo requiera para volver a tomarle declaración o necesitar una reconstrucción de los hechos.

Por su parte, desde Instituciones Penitenciarias aclaran que la prisión está obligada a admitir al preso sin valorar en ese momento su idoneidad, aunque precisan que "más adelante, si es necesario, se estudiarán las circunstancias del interno y se determinará el centro más adecuado de cumplimiento".