Las cenas de Navidad, en el aire para empresarios y hosteleros
Este 2020 será el Covid-19 quien marque el rumbo de las que muchos consideran las fiestas más especiales del año
Aún quedan un par de meses para Navidad. Son casi 60 días en los que los restaurantes, bares, pubs y discotecas no hacían más que atender llamadas de empresas con el objetivo de reservar mesa para organizar comidas y cenas para sus trabajadores de cara a las fiestas navideñas. Sin embargo, la Navidad de este 2020 está en el aire y el panorama para el sector hostelero es desolador.
El aumento de contagios por coronavirus, las múltiples muertes ocasionadas por este virus y las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias -la prohibición de que se puedan reunir más de 6 personas y el toque de queda hasta las 23.00 horas- hacen que el único resquicio de esperanza para salvar este año tan nefasto para la hostelería se haya quedado en suspenso.
Empresarios y trabajadores del sector siguen el día a día de una pandemia que parece no acabar nunca y de la que depende su futuro económico. Es una auténtica 'pesadilla antes de Navidad'.
Gregorio García, presidente de la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada y propietario del Restaurante Óleum, lo tiene claro: no piensa renunciar a las comidas y cenas de empresas y mantiene viva la esperanza de que este año se puedan celebrar, garantizando todas las medidas de seguridad para prevenir los contagios. "Nosotros vivimos de esto y no podemos renunciar a ello porque sino mejor echamos el cierre y no volvemos a abrir", lamenta ante la perspectiva de que las empresas decidan este año no realizar sus eventos navideños tan tradicionales como el alumbrado de las calles o las campanadas en Nochevieja.
De hecho, según los sociólogos, estos encuentros entre empleados y jefes sirven como elemento motivador para los trabajadores que consideran estas cenas o comidas una gratificación por el esfuerzo realizado durante todo el año. Además de servir para 'hacer piña' con los compañeros de trabajo con los que, a menudo y debido al estresante ritmo diario, no podemos socializar.
Gasto medio en las cenas de Navidad
En este sentido, las empresas suelen gastar de media entre 50 y 100 euros por persona en este tipo de reuniones, así que si calculamos que puede haber unas 20 reservas diarias de un mínimo de 10 personas y la campaña dura desde mediados de Noviembre hasta casi el mismo 24 de diciembre, día de Nochebuena, no hace falta más que hacer las cuentas para saber la facturación de bares y restaurantes durante estas próximas semanas. Y eso sin contar con las copas de después.
Una caja que este año se va a ver reducida considerablemente debido al coronavirus, según las estimaciones de la propia Federación de Hosteleros, que aseguran que "aun es pronto para darlo todo por perdido" porque mantienen la esperanza en las "reservas de última hora".
Y eso a pesar de que adelantar el cierre de los restaurantes obliga a los clientes a tener que cenar a las 20.00 horas, por lo que se pierde el segundo turno, el de las 22.00 horas. "Lo más importante es la salud, así que esperamos que los contagios en Granada empiecen a descender y que para Navidad podamos estar ya trabajando al 100%", explica Antonio García, secretario de los hosteleros granadinos.
Otras opciones a las reuniones presenciales
Pero el caso es que muchos empresarios ya se están planteando otras opciones para agradecer a sus empleados el esfuerzo realizado, principalmente, durante los últimos meses. Es el caso de Sergio Oya, socio de un bufete de abogados en Granada, quien asegura que "no tiene sentido estar teletrabajando para evitar contagios en la oficina y ahora juntarnos en un restaurante en el que no podemos cumplir la distancia de seguridad entre nosotros".
Además, se plantea el doble inconveniente de que los más de 6 empleados de esta empresa, por ejemplo, no podrían reunirse en torno a la misma mesa, por lo que su jefe se plantea una cena virtual en la que la empresa les envíe alguna caja sorpresa "para que sea más divertido y sintamos como que estamos todos juntos", apunta Oya.
Otras empresas van a optar por invertir el presupuesto de las cenas de Navidad en las tradicionales cestas con dulces, embutidos y bebidas que regalar a sus empleados. O, incluso, en contratar un catering que les lleve la comida hasta sus casas.
Pero lo que para algunos es un inconveniente, otros seguro que lo ven como una ventaja, como es el caso de los trabajadores, que no tendrán que desplazarse hasta el lugar elegido ni sentarse por compromiso con el compañero con el que no se lleva bien. Lo que está claro es que ni empresarios ni trabajadores ni hosteleros se atreven a plantear un futuro más allá del día siguiente. Porque, desafortunadamente, este 2020 será el Covid-19 quien siga marcando el rumbo del día a día y de las que muchos consideran las fiestas más especiales del año.