Pardillo C.F.
Si puedes presumir de haber visto los 810 minutos (9 partidos) que el Granada ha disputado en esta Liga, seguro que te preguntas cada mañana cómo es posible que este equipo sume solo seis puntos. Vamos a intentar explicarlo, pero antes un consejo: mejor no lo piense más, que ya ha perdido bastantes años de vida, y con la que está cayendo hay que tomarse esto del fútbol en clave de entretenimiento y humor. Es lo más higiénico para su salud mental.
No creo que el fútbol del Granada de Sandoval enamore a mucha gente, pero bien es cierto que de vez en cuando tiene fases de juego que son resultonas y atractivas. Ocurrió contra el Betis en esta última jornada, como también sucedió en el Bernabéu, Mestalla o El Molinón. Entiendo que, mínimo, diez puntos deberían tener los andaluces a estas alturas. Ahora bien, ya lo escribí aquí semanas. El gran problema del Granada es que cuando juega bien, no gana; cuando juega regular, tampoco vence; y cuando juega mal, pierde. Y así es imposible salir del vagón de cola. Dice Sandoval que el fútbol será algún día justo con su equipo y sus jugadores. Pues quizás sí. O quizás no. Quién sabe. La realidad es que el fútbol no entiende de méritos o de deméritos, sino de que la pelotita pase la raya de gol en área contraria y no la haga en propia. Y ahí, el Granada es el líder de los ingenuos.
Cuando no se deja remontar un 1-3 en los últimos minutos, un jugador propio saca una mano infantil dentro del área para regalarle un penalti al rival. Y como esas, unas cuantas. Pero esto no viene de esta temporada. Es el sino común del equipo nazarí desde que está en Primera. Y así, siendo el Pardillo C.F., y a pesar de ser el primero en intentar predicar con el ejemplo, es complicado no perder años de vida con nuestro Granada.