@javirroyo explicaba en un dibujo en instagram que pasión, talento y trabajo, permite ver los resultados. Y a partir de esa imagen, empecé a dar vueltas sobre estos aspectos.
Todos tenemos talento, pero no tenemos talento para todo.
Existen tres sencillas preguntas para clarificar hacia dónde orientarnos, cómo explica Pilar Jericó:
- ¿Qué nos gusta?: La pasión es el principal motor para el desarrollo de nuestro potencial. Si no disfrutamos con lo que hacemos, difícilmente destacaremos. Mientras que la motivación puede desaparecer un día porque hemos tenido una mala noche o un problema, la pasión es continua en el tiempo y no se daña con circunstancias puntuales.
- ¿Qué se nos da bien?: Nos puede gustar mucho algo, pero para tener talento necesitamos destacar y lograr resultados. Eso requiere esfuerzo, aprendizaje, experimentar, contar con maestros o con referentes. Necesitamos dedicar a las cosas tiempo y atención.
- ¿Qué valoran los demás de nosotros?: Todos necesitamos convertir nuestras habilidades en resultados. Nos puede apasionar nuestro trabajo, podemos dedicarle tiempo y esfuerzo, pero si no interesa a los demás, difícilmente será considerado un talento.
La pasión, el talento y las horas de trabajo, juntos, permite obtener los mejores resultados. Es una cuestión de mezcla, no de trabajar mucho, o solo de ponerle pasión o de tener un gran talento. La clave para obtener grandes resultados es la combinación de las tres. Por tanto, cuando se junta la #pasión el #talento y el #trabajo bien hecho, los #resultados están garantizados.
Desde una perspectiva de recursos humanos, el concepto de talento es entendido como un todo, donde se mezclan conocimientos y actitudes. Los conocimientos son adquiridos y por tanto están al alcance de cualquiera, las actitudes están al alcance de aquel que desee adoptarlas.
Según los expertos, el talento es descrito como la característica de aquellas personas cuyas capacidades se encuentran comprometidas a hacer cosas que mejoren los resultados de la organización. De este modo, estamos ante un profesional comprometido que pone en práctica sus capacidades para obtener resultados superiores en su entorno.
Ser un buen trabajador no es lo mismo que tener talento. Talento significa adaptabilidad, en un estado de constante aprendizaje y evolución, pero, además, significa:
- Potencial de aprendizaje, crecimiento, adaptación, reinvención.
- Curiosidad permanente, espíritu crítico, creatividad, iniciativa, versatilidad.
- Capacidad para romper los moldes establecidos por las definiciones de puestos de trabajo y enriquecerlos superando las expectativas.
- Cultivar relaciones con personas con marca personal y con capacidad para evolucionar y contribuir de forma continuada al conocimiento.
- Valorar la diferencia de puntos de vista sacando partido de todas las opiniones.
- Valorar los cambios en vez de resistirse a ellos aprovechando los cambios como oportunidades de crecimiento.
- Proactividad e independencia en la resolución de problemas y en la gestión de tareas.
Y es que la pasión por el trabajo te trae la felicidad. Diez beneficios de trabajar en algo que te apasiona:
- Sentirte más satisfecho contigo mismo
- Mejorar tu estado mental
- Ser más productivo
- Sentir ganas de seguir aprendiendo y mejorando
- Aprender a gestionar tu tiempo
- Estar más motivado
- Convertirte en fuente de inspiración
- Ser un líder eficaz
- Aumentar tu creatividad
- Mejorar nuestra calidad de vida
Y cuando sumamos talento, pasión, compromiso, planificación y constancia, el resultado cambia, estás liderando tu vida profesional. Es decir, tu oportunidad es apasionarte con lo que haces y poner en valor tu liderazgo profesional. A ello, le añadiría un toque de autocrítica constructiva, amorosa como decía un antiguo amigo mío, para ayudar a esos resultados de éxito.