Pasos de gigante para un Covirán Granada que marcha en el buen camino
A pesar de la derrota ante UCAM Murcia, la actuación de los rojinegros deja detalles muy positivos de cara a las próximas jornadas en la ACB
Con las pulsaciones ya calmadas tras el agónico primer partido de la temporada que se vivió en el Palacio de Deportes el pasado domingo, las sensaciones que quedan tras la actuación de Covirán Granada ante UCAM Murcia son gratamente positivas. No se pudo conseguir el primer triunfo, pero si se ganó en algo muy importante: la constatación de que este proyecto se sustenta sobre unas bases muy sólidas y, sobre todo, más fuertes que las de la temporada anterior.
Dejando a un lado la polémica actuación arbitral, el conjunto dirigido por Pablo Pin cerró su primera jornada en la ACB con varios detalles a mantener a lo largo de la campaña. El primer aspecto positivo llegó con el pitido inicial. Atrás quedaron esos inicios de partido o de cuarto en el que los rojinegros se dejaban llevar a placer por el equipo rival. Desde el minuto uno, los granadinos mostraron un buen nivel de intensidad y, sobre todo, de concentración. Incluso cuando UCAM Murcia conseguía recortar distancias y volver a igualar el marcador, Covirán Granada no se dejó ir en ningún momento del partido, algo que hace tan solo unos meses ocurría con demasiada asiduidad. Importante también destacar cómo el equipo supo resistir los embistes finales de los de Sito Alonso en la prórroga a pesar del evidente cansancio acumulado tras 50 minutos de juego. Como contrapartida, la única del encuentro, la incapacidad de cerrar el partido cuando se tomaba algo de ventaja en el marcador.
Los tiros libres. Cuántos titulares coparon y cuántos quebraderos de cabeza dieron, muy probablemente, a Pablo Pin los continuos fallos en los lanzamientos desde la línea de personal. La de partidos que podían haber tenido un final diferente si el porcentaje desde el tiro libre hubiese sido superior. Sin embargo, en este primer encuentro de la temporada 23/24, el Covirán Granada firmó un increíble 90% de acierto (27/30), una cifra que, seguramente, no sea la habitual, pero que invita al optimismo, sobre todo teniendo en cuenta que en la pasada campaña, lo más alto que se llegó fue al 88% ante Joventut en la idea y Lenovo Tenerife en la vuelta. En el resto de encuentros, el porcentaje habitual rondaba entre el 60% y el 75%.
En lo que a porcentajes de acierto se refiere, destacar también el tiro de tres con un 36,8% de efectividad, cuando la media del pasado año se situó en un 30'7%. Covirán Granada anotó 14 de los 36 tiros de tres lanzados, deslumbrando en esta parcela Kwan Cheatham con un 4/7 o Lluís Costa con un 4/6.
Precisamente, en lo que a nombres propios del partido se refiere, Cristiano Felicio acaparó todos los focos en el que fue su regreso oficial ante la afición rojinegra. 24 puntos, un 85'7% de acierto desde el tiro libre y un 42'9% desde el tiro de dos y 13 rebotes para 30 de valoración en 34 minutos de juego. Más allá de sus números, que son muy positivos, lo mejor que deja la actuación del pívot brasileño es la capacidad de aguantar más de media hora de juego en un partido muy exigente y mostrando un gran nivel, al menos en el plano ofensivo. Tendrá que seguir recuperándose y progresando, pero el primer paso ya lo ha dado.
Junto a él, un Lluís Costa que no ha perdido la magia y que, tal y como ya avanzaba en la pretemporada Pablo Pin, ha llegado con un gran estado de forma y listo para que este sea su gran año en la ACB. 14 puntos y 12 asistencias en 32 minutos sobre el parqué, una actuación más que brillante del base catalán. Partido de dobles dígitos el del pasado domingo con, además, Kwan Cheatham con 15 puntos, Yiftach Ziv con 12 y Joe Thomasson alcanzando la veintena de puntos. Llamativos también los siete rebotes de David Kramer. Otro aspecto a destacar del partido de Covirán Granada fueron los cero puntos que recibió tras perdida. A pesar de perder 17 balones, los rojinegros no encajaron ni un solo punto tras los robos o recuperaciones de posesión de UCAM Murcia, algo que denota un buen nivel defensivo por parte de los de Pablo Pin.
La victoria no se quedó en Granada, pero el Covirán sienta una base muy positiva sobre la que seguir trabajando y creciendo de cara a las siguientes jornadas. Lo visto el domingo es el camino a seguir, especialmente ese jueves ante Joventut Badalona. Este es otro equipo muy diferente al de la campaña pasada, ya lo ha demostrado en tan solo un partido, solo queda esperar a que llegue el triunfo.