Un estudio indica que las patatas fritas aumentan la ansiedad y la depresión

Los resultados alcanzados proponen vínculos entre los patrones de alimentación occidentales y los problemas de salud mental

Patatas fritas - Stockking en Freepick
El estudio acompañó a más de 140 mil personas durante 11 años | Foto: Stockking en Freepick
Milena Díaz Rodríguez
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¿Te gustan las patatas fritas? Aunque sean uno de los acompañamientos favoritos de mucha gente, comerlas de forma habitual puede repercutir negativamente en la salud mental a largo plazo. Un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Zhejiang (China) reveló que el consumo frecuente de alimentos fritos – en especial, las patatas fritas – está relacionado con el aumento de los niveles de ansiedad y depresión. Los resultados fueron publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (Pnas) y proponen vínculos entre los patrones de alimentación occidentales y los problemas de salud mental. 

Según los datos, comer este tipo de alimento ha provocado un incremento de un 12% en el riesgo de desarrollar ansiedad y un 7% más chances de afrontar la depresión, en comparación aquellos que no siguen el hábito. Además, el mayor riesgo parecía estar asociado con el consumo de las patatas fritas.

El estudio acompañó a más de 140 mil personas durante 11 años. Después de identificar a aquellos participantes con el diagnóstico de depresión dentro de los primeros años de investigación, se descubrió un total de 8.294 personas ansiosas y 12.735 depresivas, mientras que los que comieron específicamente las patatas fritas tuvieron un aumento del 2% en el riesgo de depresión sobre la carne blanca frita. 

¿Quién es el culpable? 

Para comprender mejor la razón qué comer dichos alimentos podría aumentar las posibilidades de problemas de salud mental, el equipo responsable por el estudio aisló la acrilamida, una sustancia química producida durante la fritura. 

Los autores han señalado en investigaciones anteriores que ya mostraron la relación entre la exposición prolongada a las acrilamidas con una serie de problemas de salud. Además, ellos también han destacado un estudio que descubrió el impacto de la sustancia en el pez cebra. De acuerdo con los datos, la exposición reducía el entusiasmo del animal para explorar nuevos territorios y limitaba su sociabilidad, ambos comportamientos similares a la ansiedad y la depresión en los humanos.