Pedraza cree que "algo no va bien" cuando las víctimas pasan de referente moral a "sentirse solas"
La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, ha opinado este martes, cuando se cumplen diez años de los atentados del 11-M, que "algo no va bien" cuando las víctimas han pasado de ser "un referente moral" a "sentirse solas".
Así lo ha expresado desde el Bosque de los Ausentes, en el parque del Retiro, donde ha leído un manifiesto como madre de Miriam, una de las víctimas mortales que iba a bordo de los trenes, antes que como presidenta de la AVT.
Lo ha hecho delante de políticos y representantes de todas las instituciones, como los ministros de Interior y Justicia, Jorge Fernández Díaz y Alberto Ruiz-Gallardón, respectivamente.
Flanqueada en el estrado por las presidentas de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, Ángeles Domínguez, y de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, Pedraza ha defendido que en estos momentos de "brutal crisis", en los que la economía es esencial, "la dignidad con las víctimas es un pilar fundamental que no debe olvidarse".
"Es fundamental la justicia. Algo no va bien cuando las víctimas pasan de ser un referente moral a sentirse solas en su lucha", ha manifestado. A los políticos presentes les ha dicho que hoy "no es un día de reproches ni de enfrentarse unos a otros" sino de honrar a los que no están para, a renglón seguido, pedirles que acaben "de una vez" con todo el terrorismo, del tipo que sea, y "sin miedo".
"JUSTICIA" PARA QUIENES IBAN EN LOS TRENES
Pedraza ha confesado que su corazón se paró a las 7.39 horas del 11 de marzo de 2004 por la "cobardía infame de los terroristas" que le arrancaron a su hija y a otras 190 personas, compañeros de viaje que dejaron la vida en los trenes. Desde entonces "han pasado 3.652 días" y "522 semanas" en las que no se ha olvidado un solo segundo de Miriam ni de pedir "la justicia que merecen quienes iban en esos trenes".
"Hoy me dirijo a los políticos no como presidenta de la AVT sino como madre, para explicarles cómo me duele el alma cada segundo, cómo pesa el recuerdo, el miedo y el dolor por unas vidas rotas por el terrorismo. Mi vida quedó parada el día del atentado, se ha quedado marcado a fuego en mi corazón. Estoy en un estado en el que respiro pero que me duele tanto que no se le puede llamar vida", ha descrito Ángeles Pedraza.
Por eso le ha exigido a los políticos, desde su "dolor eterno", que no olviden. "No podemos olvidar. Quiero que acabéis con todo el terrorismo, que acabéis de una vez con él", ha apostillado después de rogarles que no dejen a las víctimas y a sus familias "sufrir en soledad".
"Pido que nunca se olvide ni se abandone a las víctimas del terrorismo", ha remarcado, después de afirmar que "no perdonan" a los "cobardes" que aprietan un gatillo o detonan una bomba.
En el Bosque de los Ausentes se ha podido ver --todos de luto y con un pin en la solapa en forma de lazo negro-- a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; al presidente de la Comunidad, Ignacio González; a la alcaldesa de la capital, Ana Botella; a la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes; a las portavoces en el Congreso de PSOE y UPyD, Soraya Rodríguez y Rosa Díez, respectivamente; el hasta ahora secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, así como representantes de IU y VOX.
El acto ha terminado con una suelta de globos blanco, uno por cada una de las 191 víctimas mortales, y con una ofrenda de margaritas en los cipreses del Bosque de los Ausentes.