El penalti más famoso de la historia de Los Cármenes cumple 19 años

Un polémico lanzamiento de Cervián sirvió para eliminar al Guadix en Copa del Rey tal día como hoy en 2001

Remodelación del estadio de Los Carmenes
Panorámica del Nuevo Los Cármenes | Foto: Antonio L. Juárez
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Con su victoria del pasado sábado en casa del Tamaraceite, el Granada CF consiguió un hito que no alcanzaba desde hace casi dos décadas: superar dos rondas coperas. La última vez que lo hizo fue en la 2000/2001, donde llegó a plantarse en octavos de final tras salir victorioso en tres eliminatorias.

Aquella temporada, el Granada se libró de la ronda previa por sorteo, por lo que entró directamente en el bombo de treintaidosavos de final. La fortuna deparó un duelo contra el Recreativo de Huelva que el conjunto nazarí se llevó merced al tanto del bilbaíno Tabuenka. La siguiente eliminatoria, disputada el Día de la Toma del recién estrenado 2001, trajo la visita al Nuevo Los Cármenes de un Primera: el Villarreal. Aquel choque concluyó con 1-1 en el tiempo reglamentario y se resolvió en una tanda de penaltis que el Granada se llevó por 4-2.

El destino quiso que el sorteo de octavos ofreciera un enfrentamiento, ya a doble vuelta, entre los dos únicos equipos andaluces vivos hasta el momento: ni más ni menos que un Granada-Guadix. El conjunto accitano, en cuyas filas militaba el actual segundo entrenador del Granada CF, Raúl Espínola, venía de eliminar al todopoderoso Valencia CF subcampeón de Europa en un choque frenético que se decidió en una tanda de penaltis agónica (6-5).

Pues bien, granadinos y accitanos se olvidaron de la pólvora y la eliminatoria no vio un solo gol. Así, aquella gélida noche del 17 de enero de 2001, se iba a producir el penalti con más miga de la historia del Nuevo Los Cármenes. Su autor: Juan de Dios Cervián.

El sevillano estrenaba la tanda con un disparo que el meta visitante llegó a tocar pero no atajó y envió el balón al larguero antes de descender y, tras tocar en el verde, el esférico se coló en la portería de Peramós. Pereñíguez Pérez, el árbitro de la contienda, dio el gol y desató la polémica en el coliseo zaidinero. Así las cosas, el Granada acabó imponiéndose en aquella ronda por 5-4 y fue el único representante de 2ªB en los cuartos de final donde le esperaría su posterior verdugo, el Atlético de Madrid.

Aquel penalti trajo bastante cola en el mundo del fútbol nacional (el desaparecido José Francisco Pérez Sánchez llegó a manifestar que aquel gol no debió subir al marcador). Lo cierto es que, de haberse producido durante el tiempo reglamentario, el gol sería perfectamente legal; pero en una tanda de penaltis el reglamento indica que el gol solo puede producirse en una única jugada y que, al tocar el balón el césped, se inicia una segunda jugada, por lo que el tanto quedaría invalidado.

Sea como fuere, el tanto de Cervián subió al marcador y sirvió para que el Granada CF superara la tercera eliminatoria copera consecutiva. El próximo miércoles, ante el Badalona, los chicos de Diego Martínez tienen la oportunidad de emular a los Pindado, Tabuenka, Huegun, Nacho Sierra y compañía. Esperemos que con algo menos de suspense.