Pepe Romero, el genio de la guitarra que eligió granada para vivir

Este artista ha estado presente desde la primera edición del Festival de la Guitarra de Granada y supone una auténtica fortuna el poder disfrutarlo en nuestra ciudad

ROMERO Y ORQUESTA BARROCA
Pepe Romero y la Orquesta Barroca de Granada | Foto: Gabinete
Gabinete
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El día que Pepe Romero eligió Granada como su residencia fue para la ciudad como un premio en un sorteo. Tener entre nuestros vecinos a tan ilustre guitarrista de fama mundial, supone un orgullo y además la oportunidad de disfrutarlo de manera preferente. Este artista ha estado presente desde la primera edición del Festival Internacional de la Guitarra de Granada y supone una auténtica fortuna el poder contar con sus conciertos.

En esta ocasión el formato ha sido una actuación en la que tras a una primera parte donde intervino como solista, se ha unió la Orquesta Barroca de Granada en la segunda. El concierto se hacía en honor a su hermano Celín Romero, uno de los integrantes del célebre Cuarteto de Los Romeros, que tanto ha contribuido a la difusión de la guitarra española en el mundo. Por este motivo, Pepe Romero comenzó su intervención con una las partituras que mejor ha abordado Celín durante su carrera, Los 5 preludios de Heitor Villalobos, en una interpretación repleta de sutileza y con un sentimiento extraordinario. Igualmente emotiva fue la Serenata española de Joaquín Malats, la última obra que el fundador de la saga, Celedonio Romero, llegó a interpretar y que fue una de sus preferidas.

El virtuosismo de Pepe Romero resulta asombroso y quedó acreditado cuando llegó el momento de dar protagonismo al compositor castellonense Francisco Tárrega, especialmente en el momento de su Gran Jota. Es difícil encontrar una versión más acertada de una obra tan popular y a la vez tan compleja.

Después apareció en escena la Orquesta Barroca de Granada. En solitario interpretó la Chaconne de Ballet Tepsichore de Haendel. La formación que dirige Darío Moreno se presentó con una plantilla adecuada a la obra: dos violines, viola, violonchelo, contrabajo y clave. Con este elenco cada uno de los músicos debe disponer de gran calidad para poder hacer sonar con rigor la obra. En la orquesta que fundara Pablo Heras-Casado hay muy buenos intérpretes y quedó demostrado anoche. Luego se uniría a ellos, en calidad de solista, Pepe Romero, con tres obras de Vivaldi escritas en Praga. La conjunción fue la adecuada y la belleza de las partituras logró el esperado éxito. Como regalo, el guitarrista interpretó la Fantasía cubana escrita por su padre, Celedonio Romero.

Fue un concierto rotundo, con la aludida belleza, la calidad de la orquesta y el extraordinario talento de la guitarra solista. Además, tuvo mucho de excepcional, pues Pepe Romero quiso subrayar que desde el Festival de la Guitarra del año pasado, debido a las circunstancias derivadas de la pandemia, era la primera vez que abandonaba el streaming y hacía un concierto cara al público. Los Romero continúan escribiendo brillantes páginas para la historia del más español de los instrumentos y lo hacen en Granada.