Peritos aprecian "afectación sexual" en el joven que denunció al padre Román por supuestos abusos

Los expertos afirman que el denunciante no valoró los hechos como si se encontrara en una secta, sino que el padre Román era para él su "guía espiritual"

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Imagen del juicio del 'caso Romanones' | Foto: EURO.P./ÁLEX CÁMARA
E.P.
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Las peritos psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Pamplona que examinaron durante la fase de instrucción al joven que ha denunciado al padre Román M.V.C. por supuestos abusos sexuales no han apreciado en el denunciante un trastorno de estrés postraumático, aunque han aludido a una "afectación" en el terreno sexual y en el ámbito religioso por la "ambivalencia" entre sus creencias y "la desconfianza" que estos supuestos episodios generaron en él.

Estas peritos han declarado este lunes por videoconferencia ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada donde se están enjuiciando los hechos, por los que el padre Román se enfrenta a una petición fiscal de nueve años de cárcel por supuestamente haber abusado del denunciante cuando era menor de edad, desde 2004 a 2007.

Entre sus conclusiones aluden a un sintomatología de ansiedad y depresión leve en el joven; además de a una afectación sexual vinculada con las dificultades que presentaría para afrontar con normalidad la sexualidad con sus parejas y ante la aparición de "dudas y malestar" después de mantener relaciones íntimas.

Afirman que el denunciante no valoró los hechos como si se encontrara en una secta, sino que el padre Román era para él su "guía espiritual", casi "como un padre" en el marco de una "conducta sexual abusiva" que supuestamente se produjo "de forma gradual" en la que esta persona, que era su "referente", le decía "cómo debía vivir su sexualidad".

Esto generó el denunciante a su juicio una "disonancia" entre lo que "él sentía en su interior" cuando se producían los supuestos abusos y sus creencias religiosas, cuya base era "muy fuerte" y que luchaba por "mantener".

Las peritos relatan que esta sintomatología se hace visible a raíz de la "revelación de los hechos" y no antes, aunque lo ven compatible con un posible abuso sexual durante la "niñez", pues es frecuente que los niños "opten por apartar los abusos de su mente y vivir" con ello, como "si no hubiese ocurrido", como fórmula para adaptarse a este tipo de conductas.

CONTRAPERITAJE

Durante esta nueva sesión del juicio, la penúltima antes de que el juicio quede visto para sentencia, también ha declarado otro perito psiquiátrico a propuesta de la defensa del padre Román.

Este experto, presidente de la Asociación Española de Psiquiatría Legal, ha subrayado a preguntas de la defensa que en la actualidad no existe ninguna técnica fiable para determinar si una persona miente o dice la verdad en su testimonio y ha opinado que el informe de la Sección de Análisis de Conducta (SAC) de la Policía Nacional que analizó al denunciante y al denunciando "no es metodológicamente aceptable".

Los análisis de esta unidad concluyeron que la versión del denunciante era "altamente compatible con un testimonio honesto" y la del padre Román "altamente compatible con un testimonio deshonesto", si bien este perito matiza que el objetivo de este tipo de informes va enfocado a generar una serie de hipótesis en el proceso de una investigación "en caliente", pero "nada más".

El experto ha llamado la atención en aspectos como el relato "sereno", "detallado" y "frío" de los episodios de abusos por parte del denunciante sin que exista "una respuesta emocional" como la que tiene por ejemplo cuando "se le pregunta por contradicciones" en su relato de los hechos.

Opina de hecho que su testimonio está "condicionado por su formación en el campo de la psicología y por la autointerpretación que él hace" y advierte de que las personas que han sufrido abusos sexuales "tan graves" como los que él relata durante un tiempo continuado como sería el caso "quedan marcados" y como rasgo característico suelen "evitar personas y situaciones" que les puedan recordar a estos episodios.

Contrapone este patrón con el "contacto" que el denunciante ha mantenido con el padre Román y su entorno tras los supuestos abusos y con el hecho de que posteriormente se vinculara a otras organizaciones religiosas, entre ellas el Opus Dei, donde se da una gran presencia de sacerdotes, poniendo en duda con ella la "fobia" que en este sentido ha alegado padecer el joven.

La vista oral del llamado caso Romanones celebrará este martes su última sesión para que las partes expongan sus conclusiones definitivas, quedando el juicio visto para sentencia.