El personal del SAS sufre con la escalada de agresiones: "Hay que cuidar a los que cuidan"
Matilde Núñez, responsable de sanidad en CSIF Granada, pide sanciones "más ejemplares" tras contabilizar 124 ataques en la provincia en 2021
Hace ya dos años que la vida laboral, y personal por supuesto, de los profesionales del Servicio Andaluz de Salud cambió de forma radical. La explosión del coronavirus, pues su llegada en realidad fue silenciosa, supuso un reto mayúsculo. Durante muchas semanas la ciudadanía salió a sus balcones y terrazas para aplaudir a los sanitarios, que vieron más elevada todavía su carga de trabajo. El tiempo ha pasado y siempre hay minorías que tendencia olvidadiza. Los datos de CSIF Granada afirman que se dieron 124 agresiones a trabajadores del servicio en 2021. Matilde Núñez, responsable de sanidad del sindicato en la provincia, sostiene que estas cifras son "intolerables" y reclama sanciones "más ejemplares" para los agresores.
El grueso de estos incidentes se encuentra en la Atención Primaria. Así lo asegura Matilde, que entiende que la solución pasa por contratar más personal. "Las sentencias y las multas tienen que ser más ejemplares, asevera esta enfermera, que agrega que "esto no puede seguir así". Una de las claves para atajar este problema es concienciar a la ciudadanía, pues la representante recuerda que "hay que cuidar a los que cuidan". La propia Matilde confiesa que ha "sufrido alguna agresión", aunque afortunadamente han pasado ya años de ese desafortunado episodio.
Los empleados reciben una formación que trata de aportarles pautas para reconducir a los agresores. En la mayoría de los casos estos ataques son verbales. La integrante de CSIF señala que este aprendizaje es para todos los trabajadores, pues los conductores, celadores o el personal de administración pertenecen también al SAS.
Crecimiento de las agresiones en 2021
Matilde Núñez sostiene que "los botones de antipánico deben estar en todas las consultas" para garantizar la protección de los profesionales. Por otro lado, pide que haya más guardias de seguridad en las comunidades terapéuticas, pues sus pacientes son más difíciles de reconducir.
Las cifras de la organización sindical advierten de un incremento del 57% en las agresiones acometidas en Granada. En 2020 se dieron 79 y el pasado año fueron 124, de las cuales 29 fueron físicas. "Hemos visto un aumento con la pandemia", corrobora Matilde, que apostilla que esto deja "en fuera de juego" a unos trabajadores que ya se encuentran "exhaustos y al borde del colapso".
La enfermera detalla que en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves se han producido ya seis agresiones en 2022, lo que demuestra que esta lacra no se detiene. La enfermera reitera que "esto no se puede tolerar" y espera que la ciudadanía valore la entrega de una plantilla que no tiene la culpa de sus condiciones.
El Virgen de las Nieves adopta medidas
El Virgen de las Nieves ha adoptado una serie de medidas para evitar este tipo de incidencias mediante la instalación de botones antipánico en los servicios, identificación de las áreas y puestos de trabajo de mayor exposición al riesgo de agresiones reforzando su seguridad y exposición de mensajes dirigidos a la ciudadanía, advirtiendo de las consecuencias de la agresión a un profesional. Así lo expone Marina Salido, directora de recursos humanos del hospital granadino.
Salido recuerda que "las agresiones físicas son constitutivas de un delito de atentado contra la autoridad pública, por eso es esencial que el profesional denuncie para la obtención de sentencia condenatoria". En lo que respecta a la formación, la directora de recursos humanos explica que el objetivo principal es el aprendizaje de "técnicas de escucha activa, habilidades de comunicación e inteligencia emocional". También se les enseña el circuito de actuación diseñado por el SAS, en caso de que se produjera una agresión. Marina Salido remarca la importancia la figura del profesional guía frente agresiones, existente en cada uno de los centros que constituye el Virgen de las Nieves.
El proceso se inicia con la comunicación de la incidencia a los referentes responsables y se pone en conocimiento de la autoridad policial para presentación de la denuncia por parte del profesional y la Asesoría jurídica provincial del SAS para que reciba asistencia de letrado. Asimismo, el profesional es valorado por la Unidad de Vigilancia de la Salud para comprobar su estado de salud y recibe asesoramiento psicológico por parte de la Unidad de Salud Mental Hospital.